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martes, 24 de junio de 2008

Contraste


Muchas veces parecería que el mundo girara, y yo encima de él tratara de hacer equilibrio para no caerme y desaparecer en medio de la galaxia.

Mil veces voy al ritmo que el mundo manda, sin detenerme a pensar.

Como si respirara porque el aire está ahí para ser inhalado y exhalado, y nada más.

Hoy tengo que parar, y entender donde estoy.

Hace más de tres años que no estoy de novia, desde Pablo, con el que conviví ocho meses y con el que se terminó porque tenía que terminarse supongo.
De él, me quedan algunas fotos del viaje a Salta, y el gato más chiquito que me regaló un mes antes de que se fuera de mi casa.

Estuve a punto de casarme con otro Pablo (el enano), con el que conviví dos años, y creí que era mi gran amor.Tardé dos años en olvidarlo, porque cada vez que estaba mejor, reaparecía.Supongo que ese es el karma de los ex novios, reaparecer y seguir complicándonos la vida un tiempo más, y estirando de algún modo la agonía.De Pablo,me quedan más cosas que un par de fotografías.También el gato más grande, que me lo compró como regalo de despedida.Algo que nunca entenderé.

Antes estuvo Rodrigo, el ser más bueno de la tierra, de esos novios que sabés que nunca podrían engañarte,y que parece que hubieran nacido para demostrarnos su amor. Duramos tres años, aunque desde el segundo comencé a sospechar que yo no estaba enamorada.Fue terriblemente triste dejarlo sabiendo que iba a ser difícil conseguir uno que me ame como él, y no exagero.


¿Después que hubo?

Seguidilla de amores inconclusos:

Patricio que volvió con su ex.

Pedro que me cambió por una compañera de trabajo.

Martín que solo miraba su propio ombligo.

Norman que no fue capaz de hacerse cargo de nada, empezando por él mismo.

Leandro que es y será fóbico.

Ben que es divino pero con el que las cosas estuvieron claras desde el inicio.

Y hay algunos que no nombro porque ni merecen ser recordados.

La mayoría, siempre dijo lo justo como para tenerme.

Ni más, ni menos.

Palabras milimetradas, sin excesos, ni en palabras ,ni en afecto.

Nadie dijo lo que yo quería escuchar, o al menos no todo el tiempo.

Ahí es donde aparece Ramiro.

El es como un negativo, que al ponerlo a contraluz, deja que percibamos las figuras, las formas, los personajes de una escena.Es el negativo que deja ver lo mejor de mí, que lo saca hacia afuera.

Frente al resto, se destaca.

Dice aquello que quiero oír, y está pendiente sin invadir.

Se aprende lo que me gusta y lo que no, por el solo hecho de saberlo.

Me halaga, para verme sonreír.

Me mira, porque le nace mirarme.

Y puede parecer improbable, o no, que surja el amor.

Y puede parecer insensato, o no, que me conmueva.

Y puedo estar loca, o no, si digo que me hace sentir bien.

No se si es por contraste, o no.

Lo cierto es que me pasa, y si hoy tengo que responderle a Renata la pregunta de que haría si esto deja de ser una fantasía para convertirse en algo concreto, mi respuesta ya no sería un "no se".

Hoy mi respuesta es que pienso arriesgarme,aunque el costo de mi decisión, sea salir herida.

1 Blondas y algunos rubios no se callaron:

Luna dijo...

Blonda: El jugarse, de alguna manera, implica estár vivo. El tema es que cuando uno se arriesga es xq en alguna medida hizo un "costo vs benefecios", es decir: qué tanto puedo salir herida? y que tanto puedo ganar? y qué es lo que pesa más?. Si lo que vas a ganar es aprender a disfrutar "el día a día", el "hoy", sin pensar que puede pasar mañana, sería un buen aprendizaje y habrías ganado mucho pero si lo vivis supeditada y netamente espectante a un posible futuro que desconoces, me parece que los costos pueden ser muchos; ya que no solo no estarías disfrutando de lo positivo del "hoy" sino que también sufrirías por adelantado por un futuro incierto.
Besos!!!!