
Dejé de ser la nueva.
Hoy empezó a trabajar L en la oficina, y relegué con emoción el podio y la corona.
Si bien estoy muy cansada porque aún no me acostumbro a levantarme a las 6.30 de la mañana y regresar casi a las 20 hs, estoy contenta.
Lo que parecía un laburito de cuarta categoría en realidad es algo que promete ser una buena experiencia.Ya me asignaron clientes a los que debo contactar desde mañana mismo, me hablaron de la posibilidad de viajes al interior, y además me encargaron que me ocupe de la imagen de la empresa para las próximas participaciones en eventos de Retail.
Mis compañeras no eran tan malas como parecían, y ya se ríen conmigo y no de mí, y hasta se ofrecen a comprarme caramelos cuando van al kiosco.Todo un avance.
Además, pude negociar un plus en el sueldo y ni titubearon al otorgármelo, recalcando que tenían todas sus expectativas puestas en mí, lo que al margen de hacerme sentir halagada me imprime una leve presión que seguramente me servirá de estímulo.
Por el lado del amor, cada día se afianza más la relación a distancia con el Americanito y me doy el lujo de disfrutar de mails cursis que van y vienen, de dibujos estilo adolescente con corazones flechados y de miles de proyectos para dentro de 100 días que me tienen tan ansiosa que no duermo ni como.
No sé cómo fue que pasó, pero lo que a fines del 2008 parecía ser una nube negra pendiendo sobre mi cabeza, se convirtió de pronto en un arcoiris que conduce a un horizonte muy parecido a lo que siempre soñé y que en el fondo no pensaba que podría ser cierto.
Cuando dije "basta" y cerré la posibilidad de entregar otra vez mi corazón a cualquier incompetente que pasara por la vereda de mi vida, cuando decidí centrarme en mí y preservarme de una buena vez, apareció él, dispuesto a demostrarme que los hombres a veces la pasan mal y que el llanto no es exclusivo de las mujeres, que cuando hay interés en el otro no hay "pero" que cuente, ni siquiera los miles de kilómetros que nos separan.
Por sobre todas las cosas, me hizo entender que en la vida a veces es cuestión de esperar,porque tarde o temprano, y para todos,existe una nueva oportunidad de enamorarse y de apostar a la felicidad.
Así que ando cursi y sonriente, colgada del optimismo.
Les dejo el video que me dedicó, que resume en sus imágenes lo que estamos viviendo y sintiendo.
La canción también es cursi,como cada uno de mis pensamientos, ¡pero no saben cuánto me gusta!
La canción también es cursi,como cada uno de mis pensamientos, ¡pero no saben cuánto me gusta!
(Para vos)