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jueves, 31 de julio de 2008

Mix de sensaciones






Anoche no tenía muchas ganas de escribir, así que en lugar de quedarme sentada hasta la madrugada frente a la compu, me fui a la cama a ver televisión.
Por suerte, daban el único programa que no me pierdo por nada en el mundo, Socias.
Creo que el capítulo de anoche debía haber traído una advertencia escrita en la pantalla que dijera que no debía ser mirado por gente particularmente sensible en cuanto a temas filiatorios se refiere.Pero como no lo traía, me dispuse, chocolate en mano, a disfrutarlo.

¿Disfrutarlo dije? La escena con el psicólogo, donde el padre ausente de Vicky (la hija de Mercedes Morán) le dice a su hija que ya no van a perderse más momentos juntos, me llenaba los ojos de lágrimas. Pero no terminaría ahí, sino que dos escenas más tardes, Mia (Andrea Pietra) descubre quien es su padre, al que no conocía hasta ese momento.Y en una suerte de mix de sensaciones que van desde la duda, la melancolía, el amor y el odio, lo increpa, y le da pequeños golpes en el pecho, mientras le dice:

- Este golpe es por las veces que hice muñecos de arcilla para el día del padre y no tuve a quien regalárselos.Este otro por las veces que tuve fiebre y no estuviste, y este otro por los cumpleaños en que no me hiciste regalo.

Y me desarmé en llanto.Lloré por todo lo que no había llorado en años, con la boca abierta, y el grito ahogado en la garganta.Ovillada sobre la cama, en posición fetal, con los ojos cerrados y los puños apretados.

Y me di cuenta que era necesario.Que estaba bien llorar por el pasado, para poder sonreír en el futuro.

Y hoy estoy mucho mejor.

miércoles, 30 de julio de 2008

El llamado



Me llamó mi papá,y fue como si el tiempo se hubiera detenido en el instante en que escuché su voz. Le dije : "Pa", como si lo hubiera visto ayer, y lo traté de maricón por llorar como un loco.
Tanto lloraba que tuvimos que cortar y me volvió a llamar un rato después.
No voy a contar en detalle todo lo que hablamos, porque todavía me cuesta hacerme cargo de que esa conversación fue real, existió hace unos minutos, sin estar soñando.

Solo voy a decir que en un momento me contó que Liliana le había sugerido que tomara un café conmigo, y él le respondió:

- Basta de café.Hace 34 años que tomo café con ella todos los días.Aunque ella no lo sepa, la llevé siempre en mi alma.

Mi viejo siempre fue un poeta frustrado, pero no por eso escuchar la frase me salvó del llanto.

Antes de cortar me dijo que por fin esta noche iba a dormir tranquilo, sabiendo que de ahora en adelante iba a poder decirme cuanto me quería cada vez que quisiera.

No se si está bien perdonar y hacer borrón y cuenta nueva, pero creo que no gano nada llenándome de rencor por algo que ya pasó. Boluda o no, prefiero apostar a que la gente aprende de sus errores, y que a veces hay que dar segundas y terceras oportunidades.

La vida me dará o no la razón.

Crema de afeitar


Llegué al punto de encuentro, Big Mamma, y ahí estaba la famosa Liliana, con un gran parecido a Silvia Fernandez Barrio, y notoriamente más joven que mi viejo.

Super simpática, me saludó y lo primero que me dijo fue: "Sos mucho más hermosa de lo que me avisó tu papá",cosa que a las mujeres nos encanta oír, sobre todo si viene de otra mujer, ya que no es nada usual.

Estuvimos cuatro horas hablando.Con dos tés y tres cafés de por medio, nos pusimos al día,o algo así.Para resumir, porque ella habla mucho, pero mucho, diré que si uno cree que la vida no le sonríe, hay gente a la que definitivamente la vida la noqueó en todos los rounds.

Liliana se casó y con ese marido tuvo un hijo que se llama Octavio, que tiene 19 años y que vive en pareja con una chica de 23. Ese primer marido, le fue infiel en los últimos años de matrimonio, y ella tardó dos años en poder dejarlo.A todo esto, para sentirse más linda, y tratar de reconquistar al atorrante marido, decide hacerse una lipoescultura.Tan mala suerte tuvo, que le quedó espantosa, y de la frustración de verse arruinada, empezó a comer, llegando a pesar 130 kgs. Con el médico, tiene un juicio por mala praxis que lleva 8 años en la justicia argentina, ya que descubrió que no era cirujano, además de que en la causa añade que mientras la operaban el grupo de médicos comía bizcochitos de grasa, tomaba mate y fumaba a cuatro manos...Sin palabras.

Luego del divorcio, conoce a Luis, un gordito al que elige (ella ya había adelgazado nuevamente), porque él tiene unos kilos de más y cree que le van a garantizar que ninguna mujer se fije en él (unos cuantos kilos de más tenía Luis según cuenta). A Luis no se lo lleva de su lado ninguna mujer, sino un accidente cerebro vascular que lo deja en coma durante varios meses, en los que ella da por terminada la relación, cuando comienzan a llamarla montones de cobradores por apuestas de juego que él tenía. Ella, pierde todo lo que tiene pagando deudas.

Ahí lo conoce a mi papá, y recientemente, lo que son las coincidencias de la vida, a ella la operan de lo que deberían haber operado a mi mamá: cáncer de mama.

En relación a lo mío, me enteré de varias cosas, como que murieron mis dos abuelos, que mi hermanastro más grande de los tres se casó y tiene un nene hermoso de un año y medio, que el hermano que le sigue también se casó con la novia que yo le conocí , y que mi papá, por lo que cuenta cambió bastante.Entre otras cosas no fuma, van a bailar todos los fines de semana, y le lleva el desayuno a la cama todas las mañanas. Bastante novedoso el asunto. Tiene una operación por una arteria tapada, y un cateterismo reciente, y me extraña, o así parece.

Le di mi versión de los hechos que nos alejaron, y mientras se lo trataba de contar, me di cuenta que no sabía que decirle.Tanto quise tapar para no tenerle rencor, que la verdad es que no me acuerdo como fueron los acontecimientos de nuestra separación,ni si hubo una pelea,ni nada...

Atiné a preguntarle qué le contó él de cuando yo era chica, y lo primero que me dijo fue que él le dice siempre que cuando yo era chiquita me paraba en la puerta del baño a mirar como él se afeitaba y que le decía: "Pá,¿ me ponés cremita en la cara?". Ese era un recuerdo que me faltaba, y de repente le encontré sentido a mi fascinación por contemplar a los hombres mientras se afeitan, además de que detesto las barbas.Parecerá tonto, pero fue como si me devolvieran una partecita de algo que me pertenecía.


Quedamos en que mi papá me iba a llamar para vernos nuevamente.

Soy consciente de que los años que no pasé con él son irrecuperables, pero también es cierto que existe un mañana del que puedo hacerlo partícipe.
Y a eso apunto.

Basta por hoy




Así de conmocionada como volví del famoso encuentro, me saqué la ropa y me enfundé en mis babuchas con agujeros, y un sweater gris muy calentito que tengo.

A lo lejos escuché sonar el celular, y volví corriendo al living. En la pantalla el número de la oficina, y al atender, la voz de Ramiro:

- Hola Blonda! Habla Rami - dijo

- Ah, ¿Qué hacés? - dije, medio idiotizada

- ¿Dónde estás? Hace mucho que no te veo, ¿Dónde te metiste? - preguntó

- ¿Mucho? Hace dos días que no voy a la oficina eh! - contesté

- Es que me parece mucho... ¿Estás bien? ¿Pasó algo con el tema de tu viejo? - preguntó

- Si, recién la vi a ella, así que estoy rara.Además me dijo que mi papá me va a llamar más tarde, así que imaginate - dije

- Me imagino.Quiero que sepas que me podés llamar después para contarme, así te escucho, si tenés ganás, y si no mañana cuando vengas a la ofi nos tomamos un café con un pucho y me contás bien. ¿Venís mañana no? -dijo

- Si, mañana voy, y ahí te veo.- contesté

Hablamos más cosas, surtidas, pero lo importante fue eso.
Si me alejo y empiezo a sentirme bien , esa distancia se ve que a él lo hace darse cuenta de que no estoy, y ahí vuelve a acercarse....y así, damos vueltas y vueltas, como el perro siguiendo su propia cola.Si estoy cerca, él se esconde para no confundirse, y yo me hago mierda, y ... ¿Si nos dejamos de joder?

Juro que por hoy ya tengo suficiente...aunque la vida parece que tiene guardado algo más para sorprenderme.

Nadie entiende (yo menos)



Suponía que mi día iba a ser especialmente movido en lo anímico por la cita de la tarde con la mujer de mi viejo, pero me equivocaba,iba a haber otros ingredientes que terminarían de rematar mi sensación de extrañeza.

Al mediodía me llamó Mr Shoes, para ver a qué hora me desocupaba. Le dije que a eso de las cinco de la tarde calculaba estar libre,por lo que quedamos en que me mandaba mensaje cerca de esa hora para ver por donde andaba y encontrarnos. Pensé que tal vez era el momento indicado de cambiar la rutina, y que verlo era una buena opción.No porque pensara que él me rescataría de todos los males, sino para comprobar, simplemente, que afuera sigue habiendo un mundo lleno de hombres, y que entre esos tal vez esté el indicado.

Apenas corté con Mr Shoes, se conectó Ben, desde el consultorio y me habló, como si nada, como era de esperarse.

- Hola Puti - escribió

- Hola - respondí sin ningún tipo de efusividad

- ¿Cómo va todo?¿Qué novedades de tu viejo? - preguntó, sumando puntos por acordarse del tema

- Acá, en un rato me junto con la novia de papá, veremos - dije

- Buenísimo, contame después - agregó

- Si, dale. - dije , y sin poder aguantarme pregunté : - ¿ Te acordaste que el otro día nos íbamos a ver?

- Obvio, pero había paro de bondis - respondió como si nada

-¿ Y no hubiera estado bueno que me dijeras eso en lugar de que yo tuviera que quedarme con la idea de que te habías olvidado y que me saludaras muy campante porque te ibas?

- ¿Si, no?Estuve mal parece... - contestó

- Bueno, igual ya no tengo capacidad ni para enojarme.Ya fue - le escribí

- Jaja, igual hoy me entregan el auto, así que el finde, paro o no paro, nos vemos.Ahora me tengo que ir a atender a un paciente.Suerte hoy, y hablamos después - dijo

- Dale, besos

Y se desconectó.


Ya son casi las siete de la tarde, y Mr Shoes jamás llamó, por lo cual no entiendo para que dijo que quería verme si después no iba a cumplir su palabra. Otro a tachar de la lista.

Ben, nada, supongo que a esta altura ni estoy enojada, ni tengo ganas de pelear. Al menos es el único que está, bien o mal, de acuerdo a lo establecido.Ni más, ni menos.

Yo tengo la cabeza como una licuadora después de las casi cuatro horas en las que hablé con Liliana, que será un post aparte en el día de hoy.

Reconfirmo que si algún guionista quiere hacer un peliculón lleno de accidentes sentimentales, le vendo los derechos para que publique mi vida y la de los que me rodean.

A esas emociones, se le sumó un mail de una amiga donde compara la situación de mi viejo, con la de Ramiro, tratando de igualar situaciones, como para que yo piense que la nena de Ramiro podría ser yo 30 años atrás... ¿Alguien me explica en que parte del blog yo dije que quería que Ramiro abandonara a su mujer y su hija, más la que está en camino, y dejara de verlas por 20 años como hizo mi viejo?

A veces compruebo que yo vivo equivocada en un montón de cosas, pero también a veces, los razonamientos de la gente , me dejan sin palabras.

No entiendo nada.

Sigo creyendo




Me levanté ansiosa, tal vez porque hoy a la tarde me encuentro con esa desconocida, que dice ser la nueva pareja de mi papá, y que va a ser en parte como ver un pedacito de él, a través de los comentarios de ella.

También porque hoy es el segundo día que por propia decisión no voy a ver a Ramiro. Creo que esto de no tenerlo cerca es el remedio más inmediato para no estar tan mal, como una inyección de calmante de esas que te dan en la guardia cuando llegás doblada del dolor.

Recibí muchos mails contándome experiencias iguales o más tristes que las mías, y muchos consejos de gente que me conoce solo por el blog, y eso es una buena forma de descubrir que no estamos solos.Aunque la mochila no la podamos compartir, se siente un poco más liviana en compañía de los afectos, concretos o virtuales.

Muchos opinaron que es un hijo de puta, otros, un inmaduro, otros pocos, que no sabe lo que quiere y que en consecuencia miente, para salir bien parado.Yo sigo creyendo en él como persona. No puedo convencerme de que es mal bicho,porque si lo conocieran como yo, si lo vieran transitar el día a día, no pensarían otra cosa. Hasta a veces siento pena, por esa vida que se calzó sin poder decidir mucho al respecto. Cuando estuvo por separarse, a los 20 y monedas, ella quedó embarazada, y ahora, que las cosas vuelven a estar mal, otra vez. Si hubiera sido yo la que quedaba embarazada, después de una noche sin cuidarnos, hubiera sido padre lo mismo, y su vida se hubiera complicado sin haberlo prevenido. Creo que vive según la vida lo va torciendo, y ni se molesta en contradecirla.

Así que acá estoy, intentando comprender, y con la convicción de que a pesar de todo, sigo creyendo en el amor.

martes, 29 de julio de 2008

Por qué no puede ser más fácil?



Me acosté tarde, después de enganchar en cable "Antes del Amanecer", y llorar como una marrana pensando que esas historias de amor de un solo día me sientan como anillo al dedo.

Estaba tan agotada de tanto llorar, que me dormí, sin pastilla ni tecito de manzanilla, pero tuve sueños espantosos: que venía gente horrible a decirme que me amaba, yo escuchaba esos "te amo" salir de sus bocas y pensaba "¿Quiénes son? ¿De dónde salieron estos monstruos?". Después soñé que hacía una fila interminablemente larga, no se ni para qué, sólo sentía que debía esperar.Se largaba a llover, y yo seguía en la fila, con los pies cansados, y la ropa empapada, pero nunca llegaba a darme cuenta que era lo que había al final de la fila.

Hoy me levanté sin ganas de verlo, así que lo más probable es que huya de él todo el día, para lo cual no voy a ir a la oficina.Iré a alguna empresa y después me sentaré a leer un libro.Cualquier cosa para no verlo.
Pero mañana, o pasado o el viernes o la semana que viene, algún día lo voy a tener que ver, no me voy a pasar la vida escapando, simplemente porque no puedo, porque el tema está ahí, porque Ramiro está ahí, como una piedra justo al salir de mi puerta.

No puedo dejar de preguntarme: ¿Por qué?
Quisiera saber cuanta culpa tengo yo en todo esto, y no logro distinguir una respuesta.
Tal vez tendría que haberme mostrado firme, o distante en serio, o ... no lo se.
Me cuesta mucho asumir un rol ajeno, calzarme la careta de "no me importás", como para que al otro le duela y caiga a mis pies después de sentir que no es exclusivo en mi vida.
Debo ser demasiado transparente, y termino por darle una radiografía recién sacada al otro para que sepa exactamente lo que me pasa, mas allá de que intente hacerle creer que estoy radiante, que acá no pasó nada.

Ultimamente nada me sale derecho.
Es como plantar un árbol, con dos guias tutoras al costado, y que al primer viento las guías se vuelen y el árbol crezca torcido, para el lado en que no da el sol.

Estoy cansada de ser espectadora de esa felicidad que disfrutan los otros y que a mi no me llega.
Es ver siempre una película donde el protagonista está por encontrar un tesoro, o cruzarse con la mujer de su vida en una esquina, o saltar a la fama y consagrarse, y que justo cuando eso va a sucederle, se le caiga un piano de cola en la cabeza.
Así me siento.
Todo me cuesta, nada es simple.

lunes, 28 de julio de 2008

Una pequeña caricia





Recien se conectó Leandro al Msm, y me preguntó como andaba.



"Un día de mierda", le dije


"¿Se puede saber por qué?",preguntó



"Por lo de mi viejo, por la guita, porque mi vieja es una constante queja, porque hay poco laburo y porque no consigo un tipo como la gente",escribi



"Si te sirve de consuelo, yo tampoco consigo una mina que valga la pena", me contestó



"¿Y Carla?", pregunté, agarrándome del pie que me daba



"Todo bien, pero no es para mi", escribió



"¿Por?", seguí preguntando.



"Porque ya lo se", repondió, "A esta altura me pregunto si voy a conocer a alguien para algo serio"



" Yo me pregunto lo mismo. Creo que buscamos mal", escribí



" Yo no busco, pero espero la señal de alguien, y nunca me la manda", me contestó.




Me saludó porque se iba a comer, y me agregó:



" Si es, ya se dará".





No se por quien lo dice, y en el estado en que estoy no pienso ni debo hacerme cargo, pero al menos se que no es Carla, y que a él le pasa lo mismo con el amor, y eso ya le sirve a mi autoestima

Un montón de nada




Hice una mueca con la comisura izquierda del labio, como intentando una sonrisa que jamás salió.
Y tuve que escucharlo decir : "Con ella estamos para el culo, nos vivimos matando, pero tal vez pase igual que con Miranda, que cayó cuando estábamos por separarnos y nos mantuvo hasta ahora". " Yo quería tener dos, y cerrar ahí". " Tengo que ir pensando en readecuar el depto", etc, etc.

Atiné a decirle que los hijos no eran la salvación de un matrimonio.
Escuché que decía "tenés razón", y algo como " no soy partidario del aborto, si vino por algo será".

Me quiso invitar a comer a una parrilla, le dije que no, que era tarde, y volvimos a la oficina.
Cuando Silvana me preguntó que tal mi día, le respondí con tantas lágrimas como pude.
Agarré mis cosas, y me fui.
El único lugar donde no me iba a sentir tan mal era en mi casa, al menos podía escribir lo que me pasaba en el blog, llorar sin que nadie me vea, y taparme con la cobija en posición fetal.


Ahora que lo pienso, entiendo el por qué de los regalos.
Entiendo por qué quiso llamarme el fin de semana.
Entiendo lo que me dijo Renata y no quise escuchar: "Ella era y es su pareja".
Entiendo que me siento para el carajo.

Un montón de nada, al lado mío, seguro que hoy parece mucho.

La felicidad es siempre ajena




Creo que es uno de los posts más tristes que escribo hasta hoy.
Creo que es uno de los días más tristes del año.



A las 10 am me encontré con Ramiro, bañado, perfumado, impecable, hermoso.
Lo primero que hizo, para mi grato asombro, fue sacar de su portafolio una Rodhesia, y un libro.

"Para vos", dijo.

Y se me aflojaron las piernas.

El libro, era uno que me había prometido cuando lo conocí, en esas tantas charlas que tenemos sobre fútbol (si, fútbol, me gusta demasiado). Un libro sobre River, que para otra mina será una porquería, pero para mí es buenísimo, y además tiene mucho significado porque es algo que además de tener mucho que ver con nuestra pequeña historia, demuestra que no se olvidó de su promesa.

¿Por qué se me aflojaron las piernas? Porque después de la charla del viernes, en la que me dice que quiere marcar una sutil distancia para no confundirse más, hoy se me aparece con los regalitos.Justo cuando yo estoy poniendo la mayor voluntad para aceptar que lo nuestro no será nunca, él arremete con estas boludeces que a nosotras nos encantan.

Por supuesto, más allá de que hubiera querido matarlo por seguir dándome cuerda, hasta ahí el lunes arrancaba divino.
Mientras íbamos caminando, pisé caca de perro, y como dicen que trae suerte, me preparé para que nos encontráramos un maletín lleno de dólares, y nos fuéramos derecho a Ezeiza a embarcarnos en el primer vuelo a Sidney, para no volver más.
Pero la caca de perro no me traería fortuna de ningún tipo, y toda la mierda junta se me caería sobre la cabeza una hora después.

Paramos a tomar un café.Hacía frío, y estaba lloviznando.
Me pregunta por mi fin de semana, y yo por el suyo.
"La gordita con vómitos" , dice. "Huy, que cagada", digo.
"Te iba a llamar", dice. "Yo también", digo.
" Vos por qué", pregunta intrigado. "Para contarte algo, ¿y vos?", digo. " Para hablarte", responde.
" Qué me querías contar", pregunta. Y yo arranco con lo de mi viejo. Le cuento todo, tal cual fue, y hago paneos al pasado para que entienda bien la historia. Me escucha atentamente, no minimiza mi malestar, me apoya, me banca, me dice que haga lo que sienta, que es una situación de mierda, que evalúe, que me cuide, y no se cuantas cosas más.

Ahí aprovecho para mecharle algunos conceptos sobre mis relaciones con los hombres:

" Esto de mi viejo lo traslado a mis relaciones. Si un tipo no me contesta un mensaje me pongo loca, no soporto el más mínimo abandono, ¿entendés?", le digo.

"Si, entiendo.Mirá que si yo no te contesto es porque no tengo crédito, pero si te hace mal prometo que le cargo tarjeta", me contesta.

(¿Comerlo o matarlo por la ternura y la consideración de su comentario?)

Seguimos con el tema de mi viejo, y para darle un final a la charla, le digo:

"Vos entendés de esto. Sos padre."

Silencio.

Silencio.

Más silencio.

"Te voy a contar algo que no sabe nadie", dice.

" Contame", digo

Y ahi el piano que se me cae sobre la cabeza. La bomba estallándome en la mano. El cuchillo clavado en la espalda. Una montaña de tierra cubriéndome de pies a cabeza.

"Voy a ser papá otra vez".

domingo, 27 de julio de 2008

Llame ya.



(Aclaro que Ben ni se le parece al tipo de la foto)



Ya pasó todo el domingo, en el que estuve meta escribir cuentos, crónicas, y hasta me abrí un blog nuevo.
Solo salí a comprar cigarrillos y un chocolate para matar la ansiedad.
Mi celular el único sonido que hizo en todo el día, fue el "piiii" de que se está quedando sin batería.
Pero Ben no llamó, ni se conectó, ni nada... Ni una mísera señal.
La línea del 0- 800 - 444 - perdonemosaben colapsó pidiendo que le de una nueva oportunidad, pero a este ritmo lo único que le voy a dar es una patada ahí donde no llega el sol...

Defensa al consumidor




Me levanté, y con mi taza enorme de café con leche, por más que fueran las tres de la tarde, me senté frente a la compu, en mi sagrado ritual.
¿Qué descubrí? Un par de comments y algunos mails en defensa de Ben.

Si fuera Ramiro, me darían rienda suelta a que le prenda fuego en la hoguera, o que lo cuelgue del Obelisco, con las dos patitas juntas, boca abajo.
Como es Ben, tiene una linea gratuita de defensa al consumidor. Parece que hasta acá vino cumpliendo con las normas ISO9000, y tiene muchos adeptos que lo seguirían eligiendo en la góndola, por más que el producto de ayer haya venido fallado.

Yo estoy en el medio, vendría a hacer la telefonista que atiende la línea y que además fue la única damnificada.No se si aflojar y pensar que no es para tanto, tirar el producto a la basura y salir al supermercado a comprar el mismo sin pensar en que otra vez puede estar en mal estado, o hacer un reclamo por una posible intoxicación.

Por lo pronto, espero que la empresa me presente sus disculpas, y en señal de perdón, me recompense con una caja de productos gratis, por lo menos.

Mientras tanto, se siguen recibiendo llamados al : 0-800- 444 - perdonemosaben

Me enojé


glitter-graphics.com

Justo en un día como hoy, no.

Con Ben habíamos quedado en que tal vez nos veíamos hoy, así que a la mañana había ido al supermercado chino que tengo a media cuadra, con el jogging y los pelos revueltos de alguien que recién se levanta, y había comprado dos latas de cervezas (de las de 473 cm3, ¿que les costaría hacerlas de medio litro...?) , unos snacks de queso (que estaban de oferta,bueno), y unos palitos de chocolate (para que acompañara al tecito de Inti Zen que viene con sabor a dulce de leche y que a él le gusta). Digamos que procuré que hubiera algo dulce y algo salado, por si las moscas como diría mi mamá. Por si las moscas sería por si a Ben se le ocurría venir.

No solo eso, sino que había cambiado las sábanas, me había depilado con santa paciencia (de la que no soy de tener mucha), y hasta me había hecho un baño de crema.
Ese ritual que hace que por más que sea la misma que salió con el jogging y el pelo revuelto a la mañana, me sienta un poquito más femenina, y más sexy .
Después del acontecimiento con mi viejo, no tenía muchas ganas de verlo.No por él, sino por mi, que no tenía ganas de cagarle la noche del sábado a nadie con mis problemas, ni tampoco andar pegándome con Boligoma una sonrisa dibujada, ni sirviendo café en portaligas.
Tampoco encontraba la manera para decírselo, sin tener que contarle el episodio que había modificado mi día,porque soy tan tarada que me jode mentir, o será por costumbre,no se.La cuestión es que no quería dejarlo sin plan de fin de semana, y justo que pensé eso lo vi conectado,así que le hablé.

" Que tuve un día de mierda, Chino, que apareció mi viejo y se me movió la estantería, que en realidad no él, sino la novia, o la mina de turno, que parece copada, y no es que no tenga ganas de verte, pero entendeme que esto no es fácil para mi,vos no sabés bien la historia, si nunca te la conté en detalle, pero imaginate que si te digo así es porque me moviliza, bueno, eso, ¿estás por ahí? No me contestás, yo estoy acá en la compu, avisame."

Cuando miré lo que había escrito, eran como diez renglones, sin respirar ni levantar la mano del teclado.Y lo triste era que no me había contestado, aunque vi que cambiaba la foto del Msn, y lo más triste fue que no pude con mi genio y me salió la Glenn Close (en Atracción Fatal) y le dije que por qué mierda no me contestaba, con lo loca que sabía que me ponía que me hiciera eso.Lo de loca a esta altura está claro que lo sabe, pero se lo toma con humor, no como yo que me lo tomo como el ahuyenta hombres , y me pego latigazos en la espalda cuando me acuerdo de las cosas que a veces digo.
A los diez minutos se desconectó, y yo hubiera querido salir corriendo, con la bata, así como estaba, para pegarle una trompada en la nariz. Yo le había escrito todo lo de mi viejo, y el guachito se desconectaba.Pero mirá que lindo, que buena noticia.La frutilla del postre.
Pero eso no iba a ser todo.


A las diez de la noche me llegó un mensajito, que así sin más, decía: "Putiii (si, con muchas i) que hacías"(sin signo de pregunta porque le da fiaca escribir letras de más, si igual se entiende).
Glenn Close (que todavía seguía en casa), agarró el celular y le contestó "Donde estás? No ves que te escribí en el Msn por algo importante que me pasó y ni siquiera me contestaste".
Tardó en contestar, como para que Glenn y yo nos pusiéramos mas nerviosas todavía, hasta que me llegó el segundo mensaje: "Estoy en casa, estaba mi vieja en la compu". Que la madre hubiera leído toda mi historia era lo de menos, pero mi mente fantaseaba con la idea de que pensaría la madre al ver la foto de una mina de más de treinta que le dice a su hijo que tiene ganas de verlo.La verdad que no tenía tiempo de pensar en la madre, que nunca será mi suegra,y para no seguir contribuyendo a la ansiedad de Glenn, lo llamé al celu, porque nunca tuve el teléfono de la casa ( y claro, si no se ni el apellido, tal vez el teléfono de la casa me lo de a los 40 , de él , no mios, y con suerte pueda saber como termina su Dni el día que los hijos que aún no tengo estén terminando la facultad).
Solidariamente me dijo que no gastara, que ya se conectaba de nuevo. Y al instante lo vi en el monitor, titilando y escribiendo ."Qué pasó?Contame" Y tuve que contarle todo otra vez.
Me aconsejó, me entendió, me dijo cosas coherentes.Todo genial, hasta que me dijo: "Me tengo que ir, perdoname, hablamos mañana, te mando un re besote, y chau".

Yo respondí "Ok", y ahí quedé.
Si hubiera podido agarrar un Liquid paper grandote y borrarlo , lo hubiera hecho.
Yo había evaluado como decirle que no quería verlo sin lastimarlo, y él había arreglado otra cosa y me lo hacía notar, como si nada.

Así que me enojé, por primera vez en mi historia con Ben, me enojé.
Glenn y yo estamos muyyy enojadas, y no se nos va a pasar así nomas.
Y no...basta!

sábado, 26 de julio de 2008

Abandonada




No es que me hago mala sangre por cualquier tipo porque soy una boluda.
Es lo que puedo hacer, lo que mi mente me deja.Solo eso.

El otro día, en terapia, analizaba este tema.
Yo a mi viejo lo lloré poco, en relación al daño que me causó.
Cuando digo que lo lloré poco, es poco en lo concreto, en lo que se refiere a él.
Sin embargo, lo lloré en cada relación con el sexo opuesto.

Cada vez que alguien me dejó, el fantasma de mi papá se hacía presente.
Cada vez que alguien me "suspende" en su vida, aparece otra vez.
Cada vez que alguien me dice que lo nuestro se terminó, yo en el fondo no le creo, porque si mi viejo pudo darse cuenta de que yo seguía en su vida 22 años después, cualquiera puede hacerlo, y el amor no tiene fin, y es válida la espera.
Cada vez que corté con alguien, tapé el motivo que nos llevó a la separación, y de ninguno tengo malos recuerdos, como de mi papá, a quien no le tengo rencor, de tanto parche que puse sobre las heridas.

Por eso cuando digo que no soportaría otro abandono lo digo tan en serio.
Porque vengo remando con esta sensación de sentirme descartable desde que tengo uso de razón. Y no la quiero más en mi vida.Quiero poder aceptar el rechazo de un tipo sin sentirme la cucaracha más insignificante de la tierra, sin sentirme una miga de pan, un punto en el infinito.

Al que no le pasó, tal vez le cueste entender lo que pesa esta mochila, pero es una carga que se va acumulando con el tiempo, y que está ahí aunque a veces piense que desapareció. Cada vez que se repite una escena, hasta la más pequeña y ridícula para cualquiera, todo el pasado se destapa y me cae encima como una gran bolsa llena de piedras.

No es normal que sienta que se termina el mundo cuando un tipo termina una relación conmigo.
No es normal que me angustie si no me contestan un mensaje de texto.
No es normal que me sienta poca cosa si alguien me dice que lo nuestro no puede ser.

Y no es Ramiro, ni Ben, ni Leandro, ni cualquiera de mi lista.
Yo intento demostrarme en cada relación,que alguien puede quererme para siempre.
Hasta que me abandonan, y ahí es mi viejo el que se hace presente.

Revolviendo el pasado


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Es inevitable que mire hacia atrás, si quiero poder mirar alguna vez hacia adelante.

Mi papá se fue una vez, cuando yo era muy chica, a mis cinco años.
Crecí sin saber nada de él, aunque siempre lo estuve esperando.
Cuando menos iamginaba, un día cualquiera, 22 años después, volvió.
Y yo lo perdoné, y lo entendí y hasta lo justifiqué.
Le di una oportunidad, y me senté a disfrutar.

Salimos, nos hablamos, nos hicimos compinches, conocí a mis hermanastros, a mis tíos y a mis abuelos. Compartimos almuerzos, cines, cumpleaños y hasta negocios.
Ese fue el error, el negocio.
Ahí, cuando hubo plata de por medio, el amor de padre a hija volvió a terminarse.
Lo último que me dijo a través de su novia, fue que él no tenía hija, que yo estaba muerta.

Y traté de enterrarlo yo también, aunque por supuesto, no pude.

Ya pasaron casi cinco años de esa vez, y yo voy a terapia para hablar de él, para cerrar capítulos inconclusos en mi mente, para llorarlo entre cuatro paredes como si él también estuviera muerto.

Y ahora aparece su fantasma, otra vez.

Y la pregunta del millón de dólares es : ¿Qué hago?

Si me arriesgo, tal vez recupere un padre,¿ pero a que precio? Pagando un costo de otro abandono no lo quiero, porque sería el tiro del remate, el palazo final en la nuca.
Si me quedo como estoy, como si él no existiera, y no accedo a verlo, el día que me llamen como hoy, pero para decirme que lo están velando, se que me voy a arrepentir.

Es difícil de explicar como me siento.
Es una madeja enredada de sensaciones y recuerdos.
Soy consciente de que para desenredarla tengo que empezar por la punta, que seguramente será verlo, y a partir de ahí, acomodar el resto del hilo.
El tema, es si puedo hacerlo.

Llueve desde adentro


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Es un día raro.Demasiado raro tal vez.

A las dos de la tarde me llamó mi mamá.

- Hola, te dejaron un mensaje en mi casa - dijo

- ¿Quién? - pregunté - Yo nunca doy tu teléfono.

- Si, me pareció raro a mi también.Es una tal Liliana, que te deja el celular - respondió

- Bueno, pasamelo que la llamo.Seguro que me quiere vender algo - dije

Corté con mamá, y marqué restringido el número de celular que me había pasado.
Del otro lado atendió una voz de mujer, que supuse que era la tal Liliana.

- Hola, soy Blonda. Me dejaste un mensaje en la casa de mi mamá, pero no se quien sos.

- Soy la pareja de tu papá - dijo

Me quedé muda.Paralizada.Quieta.Inerte.
No entendía nada. ¿Estaba dormida? ¿Era un sueño?

- Ah, no te conozco - fue lo único que pude decirle

- No, claro. Yo te conozco por lo que me cuenta tu papá de vos. El no está muy bien de salud, ¿sabés? - dijo

- ¿Por? ¿Qué tiene? - pregunté sin saber si quería escuchar o no la respuesta

- Lo operaron en noviembre, y la semana pasada otra vez.Le hicieron un cateterismo.No está muy bien en rasgos generales -respondió

- Qué mal - dije

- Yo le revolví las agendas hasta encontrar algún teléfono tuyo, y me atreví a dejarte el mensaje porque se que él quiere verte, y además soy madre, y se lo que es tener un hijo.- respondió

- Bueno, no se que decirte.Supongo que podré llamarte -dije

- Si, claro, no te sientas presionada, yo te voy a dejar todos mis teléfonos para que vos puedas decidir lo que querés hacer, tranquila - me contestó

- Está bien, igual me parece una buena actitud de tu parte -le respondí

- Tu papá tiene toda mi casa llena con fotos tuyas.Te extraña, sos una deuda pendiente - dijo

- Es lógico - dije

-Bueno, no te molesto más.Llamame y nos juntamos a tomar un café cuando puedas - dijo

- Dale, yo te llamo - contesté

- Fue un placer hablar con vos - dijo, y cortó.


Y yo me quedé sin saber si llorar o si reírme.
Sentía como si me hubieran llamado para avisarme que me había ganado un millón de dólares, pero que para cobrarlos primero debía escalar El Aconcagua en pelotas.

No se si después de cinco años sin verlo sirva volver a verlo.
Tengo miedo de que vuelva a abandonarme.
Tengo miedo de que si no lo veo me queden siempre preguntas sin respuesta.
Tengo miedo de que se muera sin haberlo visto otra vez.
Tengo tanto miedo, y en mi interior llueve tan fuerte...

Cantinero...otra cerveza.



Al ratito de subir los tres, después de que Manuel terminara su cigarrillo, empezamos con la ceremonia de apagar los monitores, como si fuera el ritual que indica que terminó la semana.

Bajamos, Manuel, Gladys, Ramiro y yo, y nos quedamos en la puerta de entrada hablando pavadas,hasta que Manuel dijo:

- Blonda, me imagino que venís a tomar cerveza con nosotros.

Y yo no supe que contestar.

Esperaba que Ramiro dijera algo, o me hiciera una seña, que se yo.

Pero nada.

Así que lo único que se me ocurrió decir, fue:

- Si van un ratito me prendo, si se van a quedar mucho, no.

Lo dije como si tuviera algo más importante que hacer, que no fuera llegar a casa y postear en el blog.

Y fuimos.

No se cuantas cervezas tomamos en una hora, mientras brindábamos por el nuevo puesto de Ramiro.

En un momento, empecé a contar una historia, de un tipo de mi pasado, y dije:

- ¡Paren! Les cuento algo, hace un par de meses salí con un tipo que...

Y me interrumpió Gladys con una anécdota de ella.Todos la escuchamos y cuando ella terminó, Manuel empezó con otro tema, pero Ramiro lo cortó:

- Blonda estaba contando algo de un tipo con el que salió hace un tiempito.Dejemos que siga contando.

La verdad es que me sorprendió.Supuse que ahora que había blanqueado que había otros tipos en mi vida más allá de él, quería saber.Así que conté la historia.

Cuando terminé, le vi mala cara. Y le pregunté que le pasaba.

- Me olvidé algo en la oficina, ya vuelvo

Y mientras se paraba, se señalaba el pecho a lo largo, simulando una corbata.

A los diez minutos estaba de vuelta, con mi regalo en la mano.Rojo y agitado.

- Como corrí, tenía miedo de que ya no estuviera- dijo

Y brindó:

- Por momentos como estos, con gente que quiero- dijo - No saben lo feliz que me hace compartir estas cervezas con ustedes tres.

Un rato después, nos fuimos. Manuel en colectivo, Gladys en tren, Ramiro y yo, en subte.

Apenas nos subimos, dijo:

- Que bueno que viajás conmigo.

Yo no dije nada.

- Estoy feliz con el puesto nuevo - agregó

- Lo se , Rami -dije

- Es que esto tiene todo que ver con vos, ¿sabés? - expresó seriamente, y mirándome con ojos tiernos, muy tiernos.

- Bueno, te lo merecés - dije

- Todo tiene que ver con vos. Todo lo que se, lo aprendí de vos.La gente que conocí, fue por vos.Los errores, me los marcaste vos. Todo esto es tuyo.No se como decirte gracias, te juro que no se

- Ya está, lo hice porque sos buena persona, y te juro que te lo merecés - contesté

Y llegamos a la estación en que él se bajaba.

- Gracias, de corazón - dijo, y me dio el más grande de todos los abrazos, y un beso que todavía siento en mi mejilla izquierda.

- De nada, bonito.

- Chau, cuidate.

- Vos también.

Y se bajó.

Y yo lagrimeé, no se si por efecto de la cerveza, o de sus palabras, pero lo hice.




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viernes, 25 de julio de 2008

...Y disparen.


Uno no siempre dice lo que quiere decir.Eso es sabido.

Yo no soy la excepción a la regla, y está claro que en esta charla no dije lo que hubiera querido.

Así que para que se entienda, entre paréntesis van mis pensamientos.

- Bueno, no se (así empecé la conversación. Léase: Quiero decirte algo y me cuesta tanto acomodar las ideas , que voy haciendo tiempo)

- .... (Ramiro me miraba, en silencio)

- Te quería decir que esta situación es una mierda (por no decirte que no me banco que a vos no te moleste estar sin que pase nada entre nosotros)

- ¿Por?

- Porque es un jueguito espantoso. Cuando yo no te hablo, me decís que te soy indiferente.Si te contesto mal, porque me volví mala. Y cuando te trato bien, el que no me habla sos vos.

- Si, es cierto. (Dijo "es cierto", "es cierto", "es cierto"....yo no estoy loca entonces)

- Es obvio que estás distante, a tu manera, pero distante. Y eso me rompe las pelotas. ( No solo me rompe las pelotas, sino que me angustia, y te daría tres bifes)

- Bueno, eso también es cierto (Otra vez me da la razón. ¿Por qué no le dije todo esto antes?¿En que estaba pensando cuando dejé pasar tanto tiempo así?)

- La pregunta es por qué me sos indiferente (las preguntas serían miles, pero no voy a darte el gusto de preguntarte todo lo que quisiera saber)

- Te explico. A mi me cuesta mucho esto. Tuve que forzar un poco de indiferencia, porque si manteníamos la misma relación que antes iba a ser muy difícil para mi, para los dos.

- Ajá ( Siento que se me tapan los lagrimales. No puedo moquear ahora.¡Ahora no!¡Aguantá!)

- Vernos fuera de la oficina, como antes, no nos iba a hacer bien.

- ¿Y esto nos hace bien? ¿Qué cuando salen a almorzar al mediodía no me invites como antes? O por ejemplo hoy, que adelante mío arreglaron para ir a tomar cerveza a la salida vos, Manuel y Gladys, y no me dijiste. En otro momento lo primero que hubieras hecho era avisarme - dije

- Si, tal cual. Es que trato de marcar una distancia, para no lastimarnos, porque lo nuestro no se puede Blonda. Si fueras otra mina, aunque trabajáramos juntos, estaríamos en un telo cada dos por tres. Pero no sos una mina más para mí, y yo no voy a saber que hacer. Y en el mientras tanto, no quiero lastimarte ni un poquito así, ¿Entendés?

- Entiendo que seguís pensando por mí, sin preguntarme que es lo que me hace bien y que es lo que me hace mal. A mi "esto" me hace mal.Al final, si no hubiera pasado nada era mejor, seguiríamos como antes. (no pienses que me arrepiento, pero date cuenta que sos un nabo si pretendés que me crea que a vos la distancia te pone contento)

- Yo tengo que pensar que lo nuestro fue esa noche, divina, increíble, y nada más.Y para convencerme, tengo que marcar una sutil distancia

- Perfecto, así que lo nuestro ahora está por debajo de lo que teníamos cuando nos conocimos. Lindo negocio hicimos...( Puta madre, ¿no te das cuenta que te extraño?)

- No, yo me acuerdo de todo lo que compartimos desde el primer día, y cómo se dio todo entre nosotros. Y te digo que eso ,en el fondo, está siempre.Lo que me hace mal son esas charlas que tuvimos, donde vos sufrías.( ¿Yo sola sufría? ¿Quién dijo que si pudiera elegir de nuevo me elegiría a mi?¿Quién dijo que daría lo que no tiene por estar conmigo?)

- Mirá Rami, para que me entiendas de una buena vez. Yo no se si habrás pensado que por las charlas que teníamos, y lo que vos habrás interpretado de mis palabras, yo estaba llorando por los rincones, pero nunca fue asi.( Estoy mintiendo, si, pero entendé que es un recurso, tampoco te voy a dar el gusto de que sepas que estuve hecha pelota). Yo estoy con alguien de tu edad, hace dos años, y tenemos las cosas claras desde el primer día (Ah, abrís los ojos, no te gusta que te saque la exclusividad,¿no? Pero...parece que no te imaginabas que te iba a decir algo así). Con vos pensé que iba a ser así, que no iba a ser tan dramático, y eso me dio bronca. No me banqué que me cambiaras los planes.

- Ah, bueno, yo me imaginaba que podías tener a alguien, aunque no lo sabía. Varios podés tener, obvio...(silencio) Tampoco soy quien para decirte nada, claro.

- Así que quería decirte eso, que me pudre que estemos así. Si yo te adoro.

- Blonda, yo no solo te adoro, sino que te quiero con toda mi alma. Vos vas a poder contar conmigo siempre. Y cuando digo siempre, es siempre. Tenés hasta el teléfono de mi casa.¿Nunca te preguntaste por qué te lo di? (Si,claro que me lo pregunté) Porque si me llamás a casa y yo estoy con "ella", no me importa.¿Entendés? No me interesa.Después veré qué le digo, o que hago, pero podés llamarme siempre (Ay, no digas eso...los lagrimales, por favor!!)

- Es lindo que me digas eso (Puta madre, están cayendo, las siento rodando por las mejillas.Y si, ya fue, por más que me seque rápido ya te diste cuenta, si hasta la gente que pasa cerca se dio cuenta y nos mira)

- No llores, me mata eso (A vos te mata y yo me quiero matar)

- Es que todo me moviliza a mi, ya sabés (Soy una imbécil que quiere mantener una charla jugando el papel de que la tiene clara y termina tirándose tierrita encima)

Justo apareció Manuel, que nos buscaba para fumar.

Quedamos los dos con cara de circunstancia, como si nos hubieran pescado en el supermercado mientras robábamos un paquete de galletitas.

Y ahí quedó la charla.



Preparen....Apunten....


¿Cómo contar lo de Ramiro?
¿Por dónde empiezo?
Empiezo por decir que teníamos tanto trabajo que pasamos la visita a la empresa que teníamos programada para hoy, para el próximo Lunes.

Continúo, diciendo que se mostró susceptible y cariñoso toda la mañana, y que festejó la noticia de que a mi mamá le habían dado bien los resultados de los análisis, como si fuera su propia madre.

Sigo por la parte en que como le debía un regalo por algo relacionado con el trabajo (que él se negaba rotundamente a que yo se lo comprara), y yo estaba de tan buen humor, le fui a comprar una corbata.

Después viene la parte en que me dice que lo trato mal, y yo saco del cajón el regalo y se lo doy,y él se emociona y dice:

- Tenés tan buen gusto.Sos una genia. Elegiste la que más me hubiera gustado de todos los locales que venden corbatas.

(No se si exageraba, pero parecía convencido.)

Acá viene la parte en que da la vuelta desde su escritorio,me abraza y me llena de besos.
Vuelve a su escritorio, y levanta la corbata como si fuera un trofeo, y la mira por ambos lados, una y otra vez, mientras sonríe y repite: "No puede ser más linda".


Después pasó todo junto. Así de golpe.

Me cuenta que el gerente lo citó para hablar, y yo pienso que debe ser por elcambio de puesto que yo ya le había anticipado.
Mi supervisor , que además es mi amigo, me llama para contarme que efectivamente la reunión se trata de eso, de avisarle que a partir del lunes lo ascienden.Me lo dice a mí, porque sabe que yo hice mucho para que eso pasara.
Yo vuelvo a donde estaba Rami, y le confirmo que la reunión es para eso, y él sonríe.

Mientras él está contento, yo le digo que tengo algo para decirle.
Me dice: "Ahora.Dale"
Yo le digo: "Ni en pedo, hay mucha gente"
El me repite: "Dale, contame"
Yo respondo: "No, después"
Y acá es donde se acumula todo.
El gerente lo llama, y él entra a la reunión.
Sale, una hora después, y me dice, feliz: "Tenías razón, no lo puedo creer"
Le digo que lo felicito, que lo tiene merecido.
Creo que se vuelve a emocionar.


Ahí, mientras estamos los dos paraditos frente a la máquina de café, aparece Leandro, y dice:

- ¿Viste que me va a tener de jefe tu "pollo"?

- ¿Qué?¿Va a estar con vos? - digo

- Si, le toca en la zona que yo coordino - agrega

- Ah, mirá vos - digo, sin salir de mi asombro - ¿Y en que grupo le toca?

- Con Carla y Carolina - dice Leandro

- Mirá que bueno - digo por decir algo, aunque no lo piense así.

Ramiro escucha, sin emitir opinión, mientras yo pienso en esas vueltas que tiene la vida.
Ramiro y Carla trabajando juntos, bajo el mando de Leandro.
Si me decían hace tres meses que esto era posible, yo apostaba un cheque en blanco a que no, y ahora es la realidad.

Ramiro sigue feliz, como perro con dos colas, sabiendo que va a dejar de trabajar los fines de semana y que además tiene la posibilidad de ganar más.
Yo sigo felicitándolo.
Hasta que empieza a pedirme otra vez que le cuente lo que le prometí antes.

Llamo al ascensor, y le digo:
- Hablemos abajo

Y bajamos.

Ben: Y ahora que pasa?


A media mañana me fui a fumar con Ramiro, Manuel y Gladys, y dejé el celular en mi escritorio.

Lo había dejado en vibrador, así que recién media hora después de haber vuelto a la oficina, se me ocurrió mirarlo.

Ahi descubrí dos mensajes de Ben:

El primero, 11.32 hs: Hola puti. ¿Estás viva? (A todo esto habíamos chateado la noche de ayer)

El segundo 11.45 hs: Tengo el auto en el taller.Va a estar complicado vernos el finde. No querés venir hoy al consultorio?

Le contesto, a las 12.16 hs: Uh ,que bajón.Yo hoy no puedo, pensé que nos veíamos mañana.

No me contesta, pero se que a veces me escribe y no me llegan, así que una hora después, mientras estábamos yendo todos a comer, lo llamo.

- Hola Chino (le digo así desde que vi Lost porque me hace acordar al japonés que actuaba en la serie)

- Hola, ¿Te llegó mi respuesta? - dijo, porque ya sabe del problemita de incomunicación que nos genera Personal

- No, por eso te llamé -contesté

- Me imaginé - dijo - ¿Todo bien?

- Si, re bien. Lo de mi mamá, milagrosamente no era nada - contesté

- ¿En serio? No sabés lo feliz que me pone. De verdad, estoy super contento -dijo, y me alegró su respuesta

- A mi también, me tenía muy mal eso - le contesté

- Y si, demasiados nervios, y no es para menos. Así que no podés verme hoy -dijo

- Y ...no. Tengo mucho laburo y estoy muerta. Mañana es ideal, pero se que no te tomás dos bondis ni a palos - le dije

- Por ahí te soprendo...En el mensaje te decía que probablemente me los tome y te vea - Contestó

- Jajaja. ¿En serio?¿Te sentís bien? - pregunté

- Si, si.Es que tengo ganas de verte - dijo

- Qué bueno, porque yo también - le contesté

- Genial, entonces te llamo mañana cuando salís de taller - respondió

- Dale, y vemos. - le dije

- Beso, puti

- Beso, Chinito

Y cortamos.

Desde que lo conozco, nunca hablamos tanto como ahora, ni quisimos vernos tan seguido.

Algo pasa, y no se si debe al tiempo o que. Tal vez, ese tiempo vaya marcando una tendencia, como si fuera una pendiente que nos lleva y nos dejamos caer. Esto tal vez sea lo que tiene que suceder ahora, el pequeño aceleramiento de las cosas, porque de otra manera ya no serviría tanto.

No lo se. Tampoco me preocupa.

Que sea lo que sea, y que pase lo que pase.

Ramiro: Borracha ...de amor?


Son las 21.24 hs del viernes, y si, estoy alcoholizada.

Estoy mareada, feliz de a ratos, y por momentos quiero llorar y que alguien me consuele, y me diga como vivir, me arregle la vida, y yo diga a todo que si, prometiendo hacer caso a lo que me digan.

No se cuanta cerveza tomé, en ese barcito divino que tiene Happy hour.

Si, fui con Ramiro. También estaban Manuel y Gladys.

También pasaron cosas con Ben.

También hablé mucho con Ramiro, y hasta le hice un regalo ... y hasta lloré (en la vía pública y con él adelante mío)

Estoy cuasi borracha, y creo que escribo por inercia (aunque ustedes no saben la cantidad de veces que borro porque ni yo me entiendo lo que escribo)

Ahora voy a llamar a Renata para desahogarme, y prometo contar todo lo que pasó.

Ya vuelvo.

jueves, 24 de julio de 2008

Ramiro: El amor todo lo puede


El comment de mi fiel lectora me hizo pensar...

¿Qué le vi a Ramiro?

Si bien es alto, es demasiado flaco para mi gusto.

Tiene cara de nene, y vestido de traje , pasando por la puerta de algún colegio, podría decirse que es un alumno que se está rateando porque tiene examen.

Los fines de semana, cuando salimos, usa arito,al mejor estilo Maradoniano.Siempre odié los aritos en los hombres, por más masculinidad que tengan.

La primera vez que lo vi fuera de la oficina, cayó a la reunión con pantalones rayados. Detesto las rayas, y asumo que nadie le avisó que estamos en el 2008.

Baila bien, pero en todos los ritmos se mueve de la misma manera, sin mucha variante.

Canta, eso sí, canta como para grabar un CD y pasarle al trapo a más de un perro que llega a la vidriera de Musimundo.

¿Sexo? Entre que mucho no me acuerdo, y que mucha experiencia no tiene, digamos que ese tampoco es su fuerte.

Usa pañuelo de tela, pero no porque sea "Enrique el antiguo", el personaje de Francella, sino porque le resulta práctico.

Pierde todo, y se olvida todo. Es un despiste. Ya perdió todas las lapiceras, una carpeta de cuero y un pen drive, en tres meses de trabajo.

Camina con un dejo encorvado.Imagino que a los sesenta va a andar doblado por el parque paseando a los nietos.

Tarda diez minutos más que cualquiera en fumar un cigarrillo.

Habla mucho, pero mucho.

Escucha Ricky Martin y Arjona. Puaj.

Dice "ma", "gor", "mamu", "reina",etc, etc, como demostración de afecto en vez de llamarme por mi nombre. Siempre dije que esas palabritas me hacían mal a los oídos.

Digamos que si alguien me dijera que esta es la descripción de un tipo que tiene para presentarme, elegiría quedarme en casa viendo videos y comiendo pizza en pantuflas antes que salir a su encuentro.

Pero si me dijeran que es alguien inimaginablemente tierno, con unos ojos inmensos que brillan no importe a donde mire, que se acuerda de todo lo que me pasa en mi día a día y que me lo hace saber, que da unos besos de película, que abraza de una forma que te hace olvidar del mundo, que tiene una voz de esas que quisieras escuchar antes de dormir y al levantarte, que cuando sonríe te tiembla el alma...tal vez me vestiría con lo mejor que tengo e iria a su encuentro.

Y descubriría, que "ma" y "gor" saliendo de su boca suenan bien, que Ricky Martin le gusta porque es un romántico empedernido, que el arito lo lleva con gracia, que el pantalón rayado le queda como a nadie, que perder las cosas y ser desmemoriado es un toque simpático, que hable mucho es un placer , que verlo fumar pausadamente es sexy, que use pañuelo de tela me da ternura, que verlo bailar es deleitarse, que oírlo cantar es como estar en verano en la arena, que el traje con cara de nene me revoluciona las hormonas, que el sexo con práctica se corrige,y que el conjunto de lo que es Ramiro, me encanta.

A los ojos del amor, todo lo que podía no gustarnos antes, puede volverse fascinante de repente.

Es sabido que el amor, todo lo puede.


Ramiro: Saboreando


Había dormido sólo tres horas, así que me costó levantarme.
Pasé por un laboratorio a eso de las nueve de la mañana, y a las once ya estaba en la oficina.
Esperé el ascensor, que estaba en el sexto piso, mientras miraba la nada.
Cuando la puerta se abrió en la planta baja, vi salir a Ramiro.
Creo que puse cara de asombro y de alegría a la vez. La misma cara que puso él. Solo que él pudo hablar primero.

- Hola, que coincidencia -dijo

- Si, la verdad. ¿Te ibas? - pregunté

- Si, voy a buscar unos papeles y vengo - dijo

- Te veo después - dije apurada para no perder el ascensor


Mi escritorio desbordaba de papeles, y mi casilla estaba repleta de mails esperando ser leídos.
No sabía por donde empezar.
Cuando estaba contestando los mails, sonaba el celular y apenas cortaba, sonaba el interno.
En medio de ese desastre laboral volvió Ramiro, muy sonriente, y se sentó en el escritorio de enfrente.

- ¿Cómo está tu mamá? - preguntó

- Los resultados están mañana a la tarde.Al momento no tengo novedades - contesté

- Ah, bueno, contame apenas sepas - dijo, muy serio

- Si, dale - respondí

- Y el día del amigo, ¿Qué tal? ¿Qué hiciste? - preguntó, intentando mantener un diálogo

- Re bien, salí los tres días con diferentes amigas - dije - ¿Vos?

- Yo sólo el sábado, pero "ella" quiso prenderse en la salida, y no daba, así que le dije que yo me iba solo y me hizo un escándalo. La hubiera matado... No soporto cuando no entiende que hay días que no se puede mezclar todo - dijo enojado

- Y bueh... - contesté reservándome la opinión

- Así que te divertiste. ¿Tomaste mucho? - preguntó

- No, no. Estar borracha no es moneda corriente en mi vida, eh... -respondí, sin sonreír

- No lo decía por eso, sino porque son fechas que se prestan - aclaró

- Bueno, pero no, no tomé -dije, sin levantar la vista de mis papeles.


A ese breve diálogo le sucedió un silencio de unos veinte minutos.


- Blonda, te consulto algo - preguntó

- Si, decime -dije levantando mi cabeza por detrás del monitor

- A ver, bajá un poquito la cabeza, que se te vean los ojitos nada más, y mirá para acá - dijo como jugando

- ¿Así? - pregunté mientras seguía sus instrucciones

- Jajaja, que linda... -dijo, y sonrió

-¿Listo? ¿Ya terminamos de jugar? - pregunté

- ¡Epaaa! Qué malita estás hoy - dijo

- No, es que tengo mucho laburo - me justifiqué

Se ve que entendió mi respuesta y se puso a trabajar él también.
Pero le duró poco, y al rato estaba otra vez preguntando algo.Así se la pasó hasta la una, momento en que me interrumpió para invitarme a fumar.
Cuando estábamos bajando, se sumaron otros dos a la escapada, así que hablamos de trabajo, mientras pitábamos muertos de frío en la vereda.


Al rato de subir, otra vez:

- Gor, en el caso de esta empresa, ¿Puedo mandarla a archivo? - preguntó

- Imagino que no me preguntás en serio. Te estás dando cuenta que me estás preguntando algo ridículo, ¿No? - contesté

- Uh - dijo mirando atentamente el legajo - tenés razón.Soy un boludo.No dije nada -respondió

- Ok - dije secamente

- ¡Ay! ¡No me trates tan mal! - dijo mirándome fijamente a los ojos como pidiendo clemencia

- No exageres -respondí

Así estuvimos casi toda la tarde. Ramiro oficiando de puching ball, y yo pegándole sin tregua.

Hasta que en un momento se levantó para ir hacia la fotocopiadora, y en el camino se desvió hacia mi escritorio.

- No me trates mal , gor. No me gusta. -dijo en tono meloso, mientras me abrazaba, él de pie, yo sentada en mi silla, y me llenaba de besos en la mejilla y en el pelo.

- No seas tonto, sabés que te quiero.Está todo bien - dije sin pensar, como si las palabras se escaparan de mi boca, sin que me pertenecieran. Lo que no le había dicho nunca a Ben, me salía espontáneamente para Ramiro, quien más tranquilo seguía su camino hacia la fotocopiadora.


A las seis de la tarde, luego de haber estado sentado un largo rato en mi escritorio, me dijo que se iba.

- Me voy. ¿Vos tenés para mucho? - preguntó

- Creo que hasta las diez no me voy - dije

- Uh. Hacé así, a la noche llamame a casa, así te doy ánimo y me vas contando cuanto te falta.De paso te hago hablar con la gordita.Le hago decirte cosas lindas así se te hace más ameno- sugirió

- Bueno , dale. Más tarde te llamo - dije

Y nos despedimos.

A las nueve de la noche estaba harta.Afixiada, embotada de tanto estar entre esas cuatro paredes.
Me vino a la mente su propuesta, y sin pensar, disqué el número de su celular.

- Hola, soy yo - dije cuando atendió

- Hola, ¿seguís ahí? - preguntó

- Si, y tengo para un rato.Estoy podrida. ¿Vos que hacías? - pregunté

- Vine a comer a lo de mis viejos -contestó

- Uh, perdoname - dije - andá a comer tranquilo. Sólo te llamé para distraerme un rato - mentí

- No, todo bien, contame como te fue hasta ahora. ¿Adelantaste? ¿Estás casi al día? - preguntó

- Si, pero no es nada importante como para que se te enfríe la comida - dije

- En serio, quiero que me cuentes, si se enfría la caliento. O si querés te llamo más tarde de casa -dijo

- No, me quedo un rato y me voy, porque para eso me traía la bolsa de dormir y me quedaba -respondí

- Jaja, como quieras, pero me hubiera gustado hablar un rato - contestó

- Bueno, ya hablamos, ahora comé tranquilo, que si no siento culpa, ya lo sabés - dije

- Bueno, está bien gordi , como quieras - dijo resignado

- Te mando un beso, suerte mañana -dije

- Otro enorme, ma. Cuidate - dijo

- Vos también, chau - contesté antes de colgar


Sin proponérmelo, había logrado encontrar la manera de sacar algo nuevo de él, algo que me daba fuerzas, algo que me sostenía.
Me había dado cuenta que no toleraba que no le prestara atención y que no le daba lo mismo mi indiferencia.
Había conseguido unos besos que pedían que lo mimara como siempre, y había hecho que me dijera que lo llamara,tal como lo había hecho ayer.

Y la verdad es que yo había saboreado verlo tan pendiente como hace un tiempo atrás.

miércoles, 23 de julio de 2008

Ramiro: Jugando a las escondidas

Me levanté super temprano, y me fui a una empresa que me llevó casi todo el día.

Sabía que Ramiro debía estar en la oficina, y tenía que avisarle que le había dejado algunos formularios que él iba a necesitar, sobre mi escritorio.Así que le mandé un mensaje:

- Rami, sobre mi escritorio hay algunos papeles con una gancho que tienen tu nombre.Yo estaré llegando tipo cinco.Si podés andá adelantando trabajo.Besos.

Apreté enviar, y el mensaje se mandó justo antes de que se quedara sin batería mi celular.

Seguí en la empresa hasta las cuatro de la tarde, llenando papeles en una oficina que me habían cedido solidariamente. Cuando salí pensé que lo mejor era irme a mi casa, así podía llegar temprano y organizar algunas cosas para el día siguiente.

Apenas llegué, puse a cargar el celular.Recién lo encendí una hora después.

El ring tone se repetía una y otra vez, y no paraban de caer mensajes.

La pantalla indicaba que tenía diez mensajes nuevos.

Los primeros cinco me avisaban que me habían llamado de la oficina.

Los otros cinco era de Ramiro, avisándome que me estaba llamando y pidiéndome que lo llame.

No lo llamé.Me bastaba con repasar su insistencia en los mensajes para convencerme de que no debía llamarlo.

Una hora después, un nuevo mensaje:

- Blonda, POR FAVOR llamame.Rami.

Ese "por favor" escrito en mayúsculas me dio un poco de miedo.Pensé que tal vez no estaba jugando y que realmente le había pasado algo, así que lo llamé.

- Por fin- dijo cuando atendió

- Hola Rami, ¿Qué pasó? - pregunté

- Te quería avisar que tenemos que combinar una visita a una empresa para la semana que viene, me avisó Paula hoy - dijo embaladísimo

- Ah, bueno, pero hoy es martes - dije muy tranquila

- Si, bueno, pero yo no sabía si estabas con mucho trabajo, si ibas a venir mañana, y yo el jueves no vengo porque voy a Escobar, así que quería decírtelo - aclaró

- Bueno, pero no entiendo la urgencia.Me llamaste diez veces - dije tratando de que se diera cuenta de que era demasiado

- Si, claro, es que no atendías, estaba apagado, no se, no sabía si estabas bien - dijo tratando de justificarse

- Estoy bien, me había quedado sin batería. Igual esto me lo podías decir mañana.Quedate tranquilo que cuando llego lo vemos.Mañana estaré llegando a las once - contesté

- Bueno gor , como quieras - dijo casi resignado

- Mañana nos vemos, un beso - dije

- Otro grande, chau - contestó

Cortamos, y me sentí increíblemente bien. Casi se diría que orgullosa.

Cada vez que actúo sin ansiedad, sin buscar un resultado inmediato, las cosas me salen mejor.

Esconderme unas horas, alejarme de su mirada, salirme de su territorio, lo habían enloquecido al punto de llamarme diez veces en cuatro horas.

Finalmente, con los hombres siempre es así, es el eterno juego del gato y el ratón.

martes, 22 de julio de 2008

Ben: Palabras de amor con tirabuzón


LLegué a casa con mi último capítulo de Lost recién alquilado y me tiré de cabeza al dormitorio para poder ver tranquila el final de mi serie preferida.

Cuando terminé eran como las diez de la noche, y me conecté un rato al Messenger.

Ben estaba on line y enseguida me habló.

Me pidió perdón por no haberme llamado el sábado para vernos, pero había terminado totalmente borracho en la casa de un amigo.Por supuesto que le dije que me lo imaginaba, y que no tenía nada que disculpar, el día del amigo es el día del amigo y punto.

Me contó sobre su trabajo, y sobre un curso que está haciendo.Yo le conté de mi fin de semana y de la convención.

En un momento me preguntó si nos veíamos el próximo finde.Le dije que no tenía problema, y me agregó:

- Podemos ir al cine

Que Ben haya dicho eso es como que mi jefe me diga que nos aumentan el sueldo porque trabajamos bien y quiere recompensarnos.O sea, algo improbable. Con Ben, salvo en Mar del Plata, nunca salimos.Digamos que tenemos armada nuestra rutina de amantes que consiste en película y helado en verano, o película y chocolates en invierno. Siempre en mi casa, por supuesto. Así que lo del cine me sorprendió muy gratamente.Las sorpresas no terminarían ahí.

De la nada,mientras yo le contaba que había terminado de ver Lost, me dijo:

- Puti, te quieroooooooooooooooooooooooooooo

No le pude decir "yo también", y no porque no lo sienta, o porque me lo quiera guardar, sino porque solo me salió reírme. Tal vez porque no me lo esperaba, no se...Pero la realidad es que solo escribí "jaja" y una carita de smile.

Si bien Ben tuvo muchas muestras de afecto hacia mi, jamás me había dicho nada concreto.De hecho, a él siempre hay que sacarle las cosas con tirabuzón.

Su espontaneidad, me hizo pensar una sola cosa: Los tiempos no son los mismos para todos.

Algunos pueden tener la necesidad de expresar lo que sienten apenas conocen al otro, pero hay personas que requieren mucho más tiempo.

En este caso, Ben necesitó dos años para decírmelo.

¿Cuánto necesitaré yo?

Matias: Sorpresas te da la vida






Arranqué la semana en un hotel de Buenos Aires donde estuve todo el día en una convención.

Lo bueno de esas cosas, más allá de que por lo general se repite siempre lo mismo, son los breaks, donde además de tomar café con cosas ricas (si el hotel es bueno) uno puede relacionarse con gente, a veces interesante.


Para mi sorpresa, me encontré con Matías, un compañero de un trabajo anterior, a quien últimamente me venía cruzando en la puerta de mi trabajo, justo sobre Av Corrientes.


Matías es uno de los tipos más lindos que hay.Cuando yo trabajaba con él, estaba de novio, y estudiaba comercio exterior. Ahora, por lo que me contó ayer, está soltero, y además de haberse recibido tiene su propia empresa.Sigue lindo, como siempre.


Después del primer café, nos sentamos juntos para seguir escuchando la charla.Entre medio el metía bocadillos con un toque de humor, como para no quedarnos dormidos.


Cuando llegó el corte del mediodía, me invitó a almorzar.Cuando digo que me invitó, quiero decir que no solo dijo "vamos a comer", sino que pagó él, como buen caballero que es.


En esos cuarenta minutos nos pusimos al día de las cosas importantes que nos pasaron en estos cinco años sin vernos.Me asombró que casi al finalizar la charla, me contara que su ex novia lo había dejado luego de serle infiel con uno de sus amigos.Parece que ahora los dos viven en Madrid y él quedó acá reponiéndose del mal momento.

Después de almorzar, volvimos al hotel, y cuando terminó la convención,en la puerta, por fin me pidió el celular con la promesa de "te llamo y nos vemos."

Esa típica frase que puede quedar en la nada o que puede convertirse en un concreto encuentro.

Solo queda esperar, como siempre.

lunes, 21 de julio de 2008

Postales del fin de semana



El fin de semana estuvo bastante movido.Digamos que casi no descansé y que hoy necesitaría quedarme en casa para reponer el sueño acumulado.

No todas las actividades del fin de semana fueron igual de interesante.Digamos que hoy, si hago un repaso mental, me vienen imagenes como postales, así que de esa misma forma lo voy a contar en el blog.

Postal 1 - Fiesta Freak

El viernes me llamó Romina, la hermana de Ramiro, para invitarme a cenar a la casa y de ahí salir para la fiesta.Antes de responderle, recordé la costumbre de Ramiro de bajar a cenar con su familia, además del detalle de que si su novia estaba enferma lo más probable es que con la suerte que tengo ultimamente tuviera que compartir la mesa con la feliz pareja.Así que le dije que no, que comía en casa y que después la pasaba a buscar.

Cuando estábamos las dos camino a la fiesta, sonó mi celular.Era Carla, que escribía: "Blondita, en un rato salgo.Te llamo cuando estoy llegando así me esperás en la puerta.Besotes"

Desde que se enteró lo de Ramiro me dice Blondita, como si fuera su amiga,como si me tuviera cariño...

La fiesta del hotel era un salón del subsuelo, por lo cual mi celular no tenía señal, así que los mensajes de Carla los empezó a recibir Juano, el único con celular tan sofisticado que capta señal aún donde nadie tiene.

Mis expectativas de conocer a alguien en esa fiesta se fueron extinguiendo a medida que caminaba entre la gente: gays, lesbianas,básicamente gente diferente, de la que puedo mirar y divertirme, pero no enamorarme.

Por suerte nosotros éramos unos cuantos, y aunque la música no era muy buena, bailamos hasta las cinco de la mañana.Fiel a su costumbre de impuntual, Carla llegó casi cuando nos estábamos yendo, así que cuando se fue a la barra a comprar una cerveza, nosotros aprovechamos para irnos, sin saludarla, claro.

Llegué a mi casa a la seis de la mañana desmayada del sueño.Calculé que solo iba a dormir cinco horas y que el sábado iba a estar con sueño todo el día.Así fue.

Postal 2: La tortura del Sábado

Me levanté sin fuerzas, y me dediqué a hacer algunas cosas de la casa, de las que hago habitualmente los sábados.Cuando me di cuenta ya era la hora de bañarme y salir para taller, con la esperanza de finalmente poder leer mi nuevo cuento y enterarme si realmente era bueno o malo.

Después de escuchar varios cuentos de mis compañeros, y hasta de mi profesor, a las seis de la tarde me llegó el turno. Avisé que era largo y empecé a leer, contenta de que no escuchar ni el zumbido de una mosca, en señal de haber captado la atención de mis compañeros.Para mi asombro, cuando estaba por la mitad del cuento, mi profesor me interrumpió:

- Hoy necesitan la sala un rato antes, así que vamos a tener que cortar acá.

Mi cara de decepción y asombro era irreproducible.Nunca sentí tanto odio por alguien como en ese momento por mi profesor.Y si algo faltaba para sentirme mal, es que sin haber finalizado la lectura se le ocurriera hacerme críticas sobre personajes que él consideraba de más. A lo que le respondí que podían sonar de más en un inicio, pero que esos personajes volvían a aparecer en la historia casi al final. Después, mientras él continuaba hablando, yo sólo contenía las lágrimas, mordiéndome el labio superior, como haciendo fuerza para que el llanto no me invadiera en medio de la sala. Cuando terminó de hablar y me preguntó si había entendido, asentí como por obligación con mi cabeza, y luego salí disparada hacia la puerta de calle, como un preso que añora la libertad.

Recién afuera, con mis compañeros,lloré. LLoré de rabia e impotencia porque no había respetado mi trabajo.Escribir lleva tiempo, concentración, dedicación, y no era justo que alguien lo interrumpiera y mucho menos que lo criticara sin conocer como sigue la historia.Me sentí mal, y confundida, y pensé seriamente que mi profesor tiene algún tema particular conmigo, y que probablemente se lo pregunte en la próxima clase.

Después de la cervecita habitual con mis compañeros, me fui caminando a la casa de Sami, donde nos juntábamos a cenar por el día del amigo con Renata.La hija de Sami estaba enferma, así que se quedó con nosotras comiendo unas empanadas, hasta que se durmió. Si bien dejamos de lado la idea de ir a bailar, creo que fue lo mejor.Hicimos homenaje al día hablando sin parar, y compartiendo esas reuniones en lo de Sami que son como la marca registrada de nuestra amistad.

A la una y media llegué a casa, y empezaron a llover mensajes de los amigos que se acuerdan apenas arranca el día.El resto, llegaría el domingo.

Postal 3: Domingo de muchas sorpresas

Me desperté con el sonido del celular.Más mensajes. Había de muchos compañeros de trabajo, pero gracias a Dios, ninguno de Ramiro.No hay peor cosa que recibir un mensaje de amistad del tipo que te interesa.Es como un punto de no retorno, es darte cuenta que por más que uno quiera otra cosa, no se va a poder.Por suerte, jamás me mandó.

El que no me contestaba mi mensaje era Leandro.Pensé que no lo habría recibido, así que le mandé otro:

- Amigo, ¿Recibiste mi mensaje de feliz día?

Al rato contestó:

- Si, pero no te lo contesté porque vos sos más que una amiga y para esa categoría todavía no inventaron un día de festejo.Besos.

No le contesté. No porque no entendiera lo que había querido decirme, sino porque no supe que responder.Me vinieron a la mente algunas escenas de nosotros durmiendo abrazados en el hotel de Ushuaia, y me llené de preguntas.No traté de encontrar respuestas, porque con Leandro, por más que las busque nunca las encuentro y lo único que hago es perder tiempo en sacar conclusiones vacías.

Una hora después sonó el teléfono.Para mi asombro, descubrí que el identificador decía que el que llamaba era Mr Shoes, aquél con quien había salido una sola vez hace un año atrás, y que aparentemente mantenía intactas las ganas de verme de nuevo.

- Hola Blonda - dijo

- Hola - respondí - ¿Llamás para saludarme por el día del amigo?

- Jajaja.No,llamaba para ver si nos podíamos ver - contestó

- Mmm, si llamás un 20 de julio para verme tenés pocas posibilidades de que te diga que sí. - contesté

- Y bueno.Me arriesgué.Algún día me vas a decir que si. - dijo

- Probablemente me ganes por cansancio, es verdad, pero no hoy.Perdón . -dije

- Bueno, decime cuando - contestó

- No se, cualquier día supongo, mientras que me llames a horarios normales, y no un miércoles a las once de la noche como la última vez - dije

- Bueno, dale, arreglemos para esta semana.Nos vamos hablando.¿Querés? - preguntó

- Dale.Hablemos y vamos viendo.Te mando un beso - dije

- Otro,cuidate. -dijo y cortó

Me bañé, me cambié y me fui a un hotel divino en Palermo a tomar el té con mis amadas amigas de la facu.Son esos momentos que tapan todo lo malo de la semana, cuando las tengo ahí, cuando veo a sus hijos, cuando las escucho hablar...

Llegué a mi casa a las once de la noche, y prendí la compu.Busqué en mis documentos la foto de Mr Shoes, y me pregunté mil veces por qué no acepto salir con él de nuevo.La respuesta que siempre viene a mi mente, es que él es tan atractivo, tan interesante, tiene tanta plata, tanto todo, que yo no estoy a su altura. Me hablé frente al espejo y me dije: " Parece que él tiene todo eso, pero no tiene todo, por algo te está llamando después de un año.¿Qué perdés Blonda con salir una vez más?Si no va, no va, pero ...¿Si va? "

Así que concluí en que la próxima vez que llame, por más cansada que esté y por más tarde que sea, voy a aceptar verlo. Tal vez me esté perdiendo algo bueno, y a esta altura no estoy para descartar cosas buenas como si me sobraran.

domingo, 20 de julio de 2008

20 de Julio


Habrá algunos a los que el festejo del 20 de Julio les parezca un negocio, que poco tiene que ver con la amistad.
Una suerte de recurso para que los tacheros tengan mas laburo, los restaurantes se llenen de gente que paga la misma milanesa un 20 % más cara que ayer, colapsen las compañías de celulares, y facturen los negocios que venden chucherías.
Negocio mediante, es un día que sirve para evaluar quienes son aquellos que se sumaron a la lista de amigos, quienes no están más en ella, y quienes no terminaron de ganarse nunca ese lugar.


Los amigos son compañeros de ruta, que uno a veces puede elegir, y otras en que la vida se encarga de hacer esa elección por nosotros. De una u otra manera, son aquellos que nos alivianan el peso de los problemas, que intentan rescatarnos del pozo o que se desviven por prevenirnos cuando huelen que vamos a cometer un error.
Son aquellos que odian vernos llorar, y que se pondrían el disfraz de bufón para hacernos sonreír en las malas. Aquellos que están al pie del cañón cuando pedimos una mano, y aún cuando no tenemos ni un hilo de voz para pedirles auxilio alcanzan a escucharnos y vienen con el bote salvavidas.
Son los compañeros de borracheras, de travesuras de infancia, del fumar a escondidas, de las rateadas, del intercambio de ropa para ir al boliche.Son las orejas que escuchan hasta el cansancio lo mucho que nos gusta un tipo, la mano pasándonos carilinas cuando ese tipo nos deja, la voz de la esperanza que dice que pronto vamos a estar bien.
El consejo desinteresado, la palabra justa, el bastón que sostiene, la mirada crítica, el abrazo oportuno.

Por eso, este de 20 de julio, repaso mi lista de amigos:los de la infancia, los del trabajo, los de la escuela, los de la facultad, los de la vida, y esos amigos que recién conozco, como los que me escriben en este blog dándome consejos a conciencia como si me conocieran de siempre, y pienso que la vida es tanto, pero tanto más fácil y más linda con cada uno de ellos...
¡Feliz día del amigo!

viernes, 18 de julio de 2008

Ramiro: Besito volador


Al final del día nos fuimos juntos en subte, como de costumbre.

Apenas nos sentamos, en medio del gentío de las seis de la tarde, no me pude contener y le pregunté por qué me había buscado pelea todo el día. A lo que me respondió que yo estaba caprichosa y malhumorada.Sencillamente le dije que si había estado así, aunque yo no lo había notado, tendría mis motivos para hacerlo, y que tal vez él no entendiera algunas cosas, pero que la vida no siempre era "Pum para arriba".
Por su cara, creo que entendió.Habrá pensado que realmente yo tenía cosas para estar preocupada, así que respondió:

- No se por qué dije eso, tenés razón.

Y cambié de tema, para no caer en ningún terreno escabroso.
Terminamos hablando de Cobos, y haciendo futurología sobre el rumbo del país.
Para variar, "ella" lo llamó dos veces al celular durante el viaje.No lo llama nunca, salvo cuando está conmigo, como si lo oliera. Para no dejarme hablando sola , y para que "ella" no escuchara, me hablaba en lenguaje de señas, como si yo fuera sordomuda. Asi que en el mismo idioma traté de decirle que hable tranquilo.Después de todo, ¿Cuánto podía hablar?

Me contó, cosa que yo había deducido por lo que él decía, que ella se sentía mal, y que hacía pis todo el tiempo. Con mi mayor cara de pocos amigos le dije:

- Cistitis o infección urinaria. O que vaya al médico o a la farmacia.Hay una pastilla que te la cura en cuatro o cinco días.

- ¿Tiene que ir a la ginecóloga ?- me preguntó

- Puede ir a un clínico también, cualquier médico sabe diagnosticar eso,pero lo ideal es un urólogo. - contesté totalmente a desgano

- Ah, bueno -dijo, intuyendo mi molestia

Por suerte, la charla viró para el lado del fin de semana, donde me comentó su bronca por no poder venir a la fiesta de hoy, pero nadie podía quedarse a cuidar a Miranda.
Yo, en mi rol de mala, le empecé a contar todas la cualidades del hotel, y a mencionarle que íbamos todos, y que la pasaríamos genial.
Por supuesto que cuando vi su cara, me sentí mal, pero ya estaba dicho y no lo podía borrar.

Cuando llegó el momento de bajar, me saludó deseándome buen fin de semana (yo rogaba que no me dijera feliz día del amigo), me abrazó, y se paró junto a la puerta.

Al llegar a la estación, giró su cabeza y como si fuera un nene chiquito me tiró un beso de esos voladores, con su manito agitándose frente a él, y yo creo que me desmayé.

Ramiro: Caprichos y algo más


Llegué a la oficina y me tiré de cabeza en la reunión, a la que estaba llegando tarde.Cuando empecé a escuchar las mismas pavadas de siempre empecé a preguntarme para que había corrido al tren en la estación, y me había codeado como loca para subir al subte con el propósito de llegar a horario.

Pasadas las doce y media terminó, y fui sigilosa a mi escritorio. De pasada me crucé con Ramiro y nos saludamos normalmente.

La situación se mostraba rara desde un primer momento.Había miradas frecuentes, preguntas sólo por decir algo, festejos desmedidos de mis chistes... Ramiro tenía un comportamiento particularmente extraño.
Por mi parte, eso me daba seguridad, así que hacía de cuenta que él no existía.

Lo más particular sucedió cuando bajé a fumar, sola, y me encontré con que en la puerta había un grupo de cinco o seis fumando antes que yo.Entre ellos Ramiro. Me incorporé a la ronda, justo frente a él. Supongo que por algún motivo habrá querido acercarse, como para buscar un espacio para poder hablar, no lo se, la realidad es que de pronto lo vi alejarse de la ronda y caminar unos metros por la vereda.Lo seguí con la mirada esperando ver como se encontraba con alguien o viéndolo enfilar hacia el kiosco, o haciendo concretamente algo...pero no. Hizo dos metros, y regresó hacia donde estábamos, con la diferencia de que en lugar de volver a su lugar, vino al lado mío y mientras improvisaba un mimo en mi antebrazo, me preguntaba sobre mis ventas, sobre Lost, sobre el fin de semana, sobre cualquier cosa, con tal de hablar.
Juro que por dentro me reí.La imagen de él tratando de acercarse haciéndose el espontáneo me parecía sumamente simpática.

Terminé mi cigarrillo, y subí, sin darle ninguna explicación.

Cuando yo estaba enfrascada en mi monitor y en un listado interminable que debía analizar, lo vi que volvía a su escritorio.

Con mi amiga Silvia, que se sienta en diagonal, empezamos un diálogo que varió por diversos temas, y a los que él acotaba sin haber sido invitado a la conversación.Ni Silvia ni yo le dábamos intervención en el asunto, hasta que se cansó.
Un rato después, supongo que descontento con la falta de atención, asumió el papel de niño caprichoso, y empezó a refutar cada cosa que yo decía.

La gota que rebalzó el vaso fue cuando me negué a que pusieran música de Arjona.Escudado en sonrisitas lo escuché decirme:

- Uh, Arjona tampoco te gusta. Estás restando puntos.Al final te voy a sacar la etiqueta de preferida.

No me pude callar y le respondí:

- ¿Tenés algún problemita más conmigo?

- No, no te lo tomes así, es un chiste - contestó, guiñándome un ojo

- Menos mal, es lo único que te falta decirme - respondí sin mirarlo

Si su intención era que le prestara atención, a su modo lo había logrado.

Ramiro: Espíritu de viernes


Hoy me levanté con espíritu de viernes.Llena de energía.

A las 11hs tengo una reunión en la oficina que puede mejorar un poco mi panorama laboral, además se que lo veo a Ramiro, que mal que mal me sigue dando alegría, y por sobre todo...a la noche tenemos la fiesta en el hotel de Puerto Madero que pinta buenísima.

A esa fiesta vamos por invitación de un gerente del hotel, y en realidad es una fiesta que se organiza por el día del amigo que el hotel hace como regalo para sus principales clientes, por lo que imagino que va a haber gente linda,muy linda.

Negar que tengo esperanzas de pasar una noche diferente, y que en ese marco de salón vidriado con vista al río me gustaría poder conocer a alguien que me saque a Ramiro de la cabeza, sería negar algo que me ronda en la cabeza desde que me invitaron y vi las fotos del hotel.

No se por que...pero tengo el presentimiento de que hoy va a ser un buen día.

Ojalá no me equivoque.

Ben: Coincidencias, y desaciertos


Hoy estuve casi todo el día visitando empresas.

En el camino entre una y otra, me vino Ben a la mente.

Tal vez por la cercanía al fin de semana, en que se supone que vamos a vernos.

Así que a las dos de la tarde le mandé un mensaje.

- Puti, ¿Cómo va?

Jamás contestó.

No me sorprendió, porque los jueves tiene consultorio, y generalmente lo apaga.Así que seguí tranquila con mi día.

Cuando llegué a la oficina, me llamó Daniel para pedirme que me ocupe de hacer una lista para una fiesta que hay mañana en un hotel cinco estrellas de Puerto Madero a lo que podemos entrar gratis.

Pregunté a los más amigos, y la fui armando para pasársela antes de las cuatro y que pudiera entregarla y asegurarnos la entrada.

Ramiro no iba a la oficina, porque le tocaba zona norte, así que para confirmar si venía,lo llamé. Me dijo que no iba a poder, porque no creía poder zafar los dos días del fin de semana y que el sábado era el día del amigo. Le dije que lo entendía, y que me lo imaginaba.Me pidió perdón y le dije que no tenía nada que perdonarle .
Quiso seguir hablando, pero le dije que estaba en el celu,y que mañana en la oficina la seguíamos.
Corté.


A las cinco de la tarde me fui para poder llegar a horario a terapia.Apenas puse un pie fuera de la oficina, me volvió a la mente Ben. Entonces, en lugar de mensajearlo, lo llamé:

- ¡Ben! - dije, luego de que al sonar dos veces atendiera

- ¿Qué hacés?¿Todo bien? - dijo

- Si, te llamo porque se que te da fiaca contestar - contesté

- Jajaja, si....es que si vieras mi celular nuevo entenderías.Es muy feo para mandar mensajes y sabés que soy vago.- respondió

- Por eso te llamo - agregué

- ¿Te jode si hablamos a las 21.30 hs? Porque tengo a un paciente en la sala de espera -dijo

- No, todo bien.Te llamo a esa hora,besos- contesté

- Dale, otros


Fui a terapia.
Tuve una de esas sesiones en las que no siento que descubra nada nuevo.Cuarenta minutos después, me iba a casa, casi tan igual que como había entrado.

Pasé por el video, antes de llegar,y me alquilé un Dvd de Lost para ir terminando la cuarta temporada.
Llegué, y miré la computadora (que vive siempre encendida).Para mi grata sopresa, a las 13.30 hs Ben me había escrito en el Msn. Curiosamente, yo le había mandado mensaje a las 14 hs. Me quedé pensando en esto, mientras iba hacia el dormitorio para ver Lost.

Cuando estaba terminando el primer episodio, pensé que ya debía ser la hora en que Ben me había dicho que lo llame.Puse pausa, y fui a buscar el celular que había dejado sobre la mesa del living. Cuando estaba llegando lo oí sonar. Era un mensaje de Ben.

- ¿Qué hacías? -preguntó

- Ya te llamo -contesté

Volví a sentirme rara.Con él no era la primera vez que me sucedían estas cosas.Recordé cuando estuvimos todo un sábado los dos sin vernos estando a la misma hora en la puerta del mismo lugar, o las veces que sentí reales ganes de verlo y que al pensarlo me había llegado un mensaje de él, y en todas las veces en que él apareció casi en simultáneo con las invitaciones que me hacía Norman, como si tuviera que interponerse entre los dos.Ni hablar de las veces que me dijo exactamente lo que necesitaba oir en el momento adecuado.


Lo llamé.Hablamos un montón.Me dió un poco de pena darme cuenta que si bien puedo hablar mucho con él, no solemos hacerlo.Cuando la charla derivó en algo de mi viejo, me hizo una pregunta que dejó a la vista que desconocía totalmente esa parte oscura de mi historia.Se la resumí, muy brevemente.Se asombró, y me reclamó que nunca se lo hubiera contado. Me sentí un poco tonta, y hasta desubicada.Quedaba expuesta la intención que siempre había tenido con él, que se reducía a buen sexo, sin compromiso. No me sentí cómoda con la conclusión.

Después de hablar largo rato, quedamos en hablar el fin de semana para vernos.

Yo me quedé con un dejo amargo, como de desilusión conmigo. Tal vez me había estado comportado con él de la misma forma reservada que siempre yo le criticaba.Quien sabe si yo hubiera sido un poco distinta lo nuestro hubiera tomado otro rumbo.
Después de todo, tal vez él merecía saber más de mí que cualquier otro.
De alguna forma se había ganado un lugar especial y duradero en mi vida.