Fui directo a la barra a pedir una cerveza.
Adentro del boliche hacía mucho calor, y me sentía fea,cansada,con dolor de pies (seguía recordando mis dos pares de medias y me apenaba de mi misma).
Para colmo de males, no se podía fumar salvo en un sector de arriba, donde estaban todos amontonados.Yo caminaba entre medio de la gente con mi camisa manga larga,el jean que a esa altura lo sentía pegado al cuerpo,la campera en la mano, y la cartera inmensa donde tenía maquillajes,perfumes,cuadernos y libros de taller.Realmente estaba incómoda,tensa y de mal humor.
Por suerte llegaron varios compañeros más,entre ellos,Sandro,al que hacía mucho tiempo que no veía fuera de la oficina.Para mi sorpresa,lo primero que me dijo fue:
-Tengo que decirte algo que es el comentario de la oficina.
- ¿Si?¿Qué me perdí? - pregunté
- Todos coincidimos en que estás muy linda y eso a las mujeres generalmente les pasa cuando se enamoran - dijo
- Jajaja.¿Vos creés? -pregunté
- Si, además todos sabemos de quien.Aunque te diría que conociéndote,no es el indicado.- dijo
- Qué rápido circulan las noticias.Parece que vivieran para chusmear.- contesté
- ¿Es correspondido el amor? - quiso saber
- El amor, creo que si.Los tiempos, no.- contesté
Nos quedamos todos hablando y compartiendo tragos.Carla no se separaba de mi, y hasta en un momento me sacó el tema de Leandro.
- ¿Podés creer que hace un año y medio que estemos así? -dijo
- ¿Así cómo? ¿Quienes? -pregunté
- Leandro y yo.No se define, pero me busca.A veces lo quiero matar- me cuenta
- Y si, creo que a esta altura es un problema tuyo, que lo seguís esperando -dije
No me contestó.Supongo que se quedó pensando.
Pensé que tal vez había sido demasiado dura con ella,y que en realidad yo no estaba exenta de esperar a Ramiro durante ese tiempo.Esas cosas a veces no se deciden con la cabeza.Por un segundo sentí pena por Carla,y hasta por mi.
Romina me rescató de la conversación .Se acercó y me dijo:
-Pasame la dire de acá que me está llamando Rami, que está en camino.
Le dije la dirección exacta, y entre que calles, como para que no se pierda.
Eran las tres y media de la mañana.
Corrí al baño a retocarme el maquillaje,ponerme perfume y peinarme.
Me sentí fea por segunda vez en la noche.
Hubiera querido vivir ahí a la vuelta como para poder ir a cambiarme y a plancharme el pelo.
Me miré al espejo antes de salir.Podía verse la tensión en mi rostro.Pensé:
- Pase lo que pase,al menos vas a verlo.
Y así fue.
0 Blondas y algunos rubios no se callaron:
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