La deuda

Cuando llegó Ramiro con su amigo, estábamos todos en la pista de abajo bailando.

Procuré esconderme como para que no me viera a simple vista, y creo que lo hice tan bien que siguió de largo, hasta la barra sin detectarme.

Tardó quince largos minutos en volver,con su vaso en la mano.

Entre medio de la gente,percibí su mirada.

Cuando estuvo a un paso, le dije:

- ¿Me vas a dar lo que me debés?

Y me abrazó,fuerte,y me acarició la espalda.

- Hola Gordi - me dijo al oído - ¿Estás bien?

- Lo intento -contesté

Eso fue todo.

Su amigo le hizo señas de ir hacia arriba,y vi como se alejaban los dos, y subían por la escalera caracol de la entrada.

Desde la pista,yo podía verlo,en lo alto,solo,mientras su amigo saludaba a algunas conocidas,supuse.

Varias veces lo vi mirar hacia donde yo estaba,pero no fui capaz de sostenerle la mirada.

Al rato, Carla me pide que la acompañe arriba a fumar.Pienso que no es mala idea, así puedo pasar por donde está Ramiro.Cuando estamos subiendo la escalera, me lo cruzo.
El bajaba, y yo subía.Pensé por un segundo que así era lo nuestro, y que así sería siempre.El yendo por un camino, y yo por el opuesto.

Encendí el cigarrillo.Mientras Carla me hablaba,veía a Ramiro bailando con el resto de mis compañeros.Algo más fuerte que yo me hizo arrojar el cigarrillo recién prendido, y aplastarlo con fuerza sobre el piso.

- Voy abajo,Carla.Hace mucho calor acá arriba - mentí

Y bajé.Casi corriendo.

Me ubiqué en la pista lo más alejada de él que pude,con Sandro y Romina.Bailé como si tuviera ganas,como si me sintiera espléndida.Varias veces crucé la mirada con él,mientras yo intentaba confirmar que lo nuestro ya fue, y que seguramente nos pasaríamos el resto de la noche así,o quien sabe peor,él levantándose a alguna mina, y yo ahí contemplando la escena.

Pero no.Mientras estoy pensando lo peor, veo su mano que se levanta entre la gente, y me hace señas de que vaya con él.

Me toma por la cintura, me llena de besos entre la mejilla y el cuello, y me pregunta si estoy bien.Quisiera poder decirle que cuando estoy así con él estoy bien aunque venga un Tsunami y se lleve todo.Pero no digo nada.Sólo lo abrazo. Y después nos quedamos bailando,el resto de la noche.Hay miradas, roces,pero nada más.Nada de lo que yo espero, o que a esa altura no espero...

El resto de los chicos empieza a irse.Romina me avisa que dejó atado a mi cartera el sweater de Ramiro, y que se va.

Quedamos nosotros tres, bailando,hasta que a las cinco y media Ramiro pregunta si nos vamos.

Le digo que me da lo mismo, y él me dice que la música no está buena, que es al pedo quedarse.Que si nos vamos, me llevan a casa.Le digo que si.Y salimos.

Escucho cuando vamos caminando, que Rami le dice a su amigo que se encontró con una amiga de la novia.Y que la chica le decía sobre lo bien que hacía en salir solo, y que esto, y que aquello, y se reían,como un chico al que el abuelo le justifica una travesura.Imaginé que todos los sábados de él sería así,riéndose por esa picardía de salir con amigos, fuera de la vista de su novia.

Nos subimos al auto.Ellos dos adelante, yo atrás, con una mano apoyada en la ventanilla de Ramiro por donde sacaba mi cigarrillo.El brazo de Ramiro sobre el mio,y nuestras caras cerca,todo el viaje.

Cuando llegué a mi casa, les ofrecí,tal vez de compromiso, si querían bajar a tomar algo,pero la respuesta obvia fue un no.Eran las seis de la mañana.

Nos despedimos con un abrazo fuerte, como siempre.

Me metí en mi cama, sintiendo un montón de cosas que hasta entonces no había sentido.