Espiralada y ciclotímica

Parece que me hicieron bien las opiniones de todos, al menos para ubicarme en el terreno de la imperfección al que pertenezco.

Mil veces mandé mensajes fuera de hora, fuera de contexto, fuera de lugar.

Cientos de veces mostré desesperación, necesidad de dejar de estar sola, ganas de volver a ver a alguien, enamoramiento prematuro, obsesión,etc, etc (miles de etcéteras)

Algunas veces exploté en llanto por un tipo con el que había salido dos veces y que no me tenía en sus planes para el próximo sábado.

Sólo algunas veces fui emocionalmente inteligente, medida y cautelosa con mis expresiones.

Verme reflejada en las actitudes del otro, es algo que me espanta. Automáticamente empiezo a sacar conjeturas sobre lo que los lleva a comportarse de determinada manera, como eso de arrancar el día feriado enviándole un mensaje a una persona extraña, con la que con suerte saldrán en los próximos días.

Lo cierto es que no estoy en la cabeza de nadie como para suponer por que motivo lo hizo.Tal vez sólo quería ganar terreno siendo considerado, tal vez forma parte de su proceso de seducción, tal vez está muy solo y tiene expectativas de que yo pueda llegar a ser esa persona que estuvo esperando.

¿Qué hay de diferente con lo que yo pienso? Nada.

Yo, aunque trate de ser racional, estoy añorando que aparezca de una vez el príncipe azul que me haga sentir que es más valioso estar con él que andar en pantuflas por mi casa un domingo.

Tal vez en el fondo reniego de los estrategas que me cruzo, pero quien sabe sea aquello que me atrae por oposición, por desafío, o hasta es probable que me aferre a ellos sabiendo que en la pulseada de sus inseguridades y sus fobias contra mis ganas de enamorarme, terminen ganando las primeras y yo pueda seguir en pijama por el resto de mi vida.

Es que a esta altura de mi soltería, ya no estoy tan segura de querer abandonarla (según palabras de mi psicóloga) y correr el riesgo de encontrar un marido que tenga una doble vida como la tuvo mi papá.Para evitar eso, nada mejor que seguir sola.

Por los siglos de los siglos, y amén.

El Tano no dio ninguna nueva señal en todo el día.

¿Y qué me pasa ahora? Ando buscando cualquier excusa para mandarle un mensaje, para ver si no se le ocurre verme hoy, que estoy en casa y aburrida.

Espiralada, ciclotímica y con un exceso irremediable de gataflorismo de día feriado en los que la soledad se nota más que nunca.