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lunes, 24 de noviembre de 2008

Proyecto



Este es un post que encierra disculpas anticipadas por lo que será mi ausencia.

No me voy de viaje, ni me mudo, ni cierro el blog. Es sólo que por una semana voy a estar dedicando la mayor parte del día a un proyecto que tengo pendiente, agarrado con tres broches en el medio de mi alma.

Por eso, lo más probable es que no pueda postear seguido, y que si lo hago sea algo breve. Tampoco podré comentar a diario en todos los blogs que sigo, y espero que sepan entender.
Si todo sale bien, en una semana estaré nuevamente dedicada a mis habituales crónicas con el esmero de siempre.

Creo que este asunto me llega en el mejor momento.Voy a estar con la cabeza puesta en este proyecto en lugar de estar tejiendo conjeturas ridículas sobre los tipos que me rodean.
Si no tengo tiempo para dormir será porque la ansiedad no me lo permite o porque las horas no me alcanzan y no porque Norman no me habla o "Alguien" no me escribe.
Será por mí, y no por otro, y eso ya es un motivo de alegría.

Por supuesto que en caso de que ocurra algo sorprendente en mi vida se los voy a comunicar, aunque sea a modo de telegrama.

Perdón entonces por esta pausa y un sólo pedido : Crucen los dedos para que mi proyecto se concrete.

Disfruten la semana, pórtense bien y cuídense de los nabos que andan sueltos.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Post dominguero x 2

Sábado: El histérico llama dos veces.






El sábado, antes de ir al cine con Sami, y mientras perdía el tiempo frente a la pc, una ventanita del Msn empezó a titilar en naranja.
Ahí estaba, contra todo pronóstico, y a menos de 24 hs de haber sido eliminado del Msn.
Norman, me saludaba desde el anonimato, y me proponía una salida de sábado a la noche.
Fui breve, le dije que estaba cansada de su histeriqueo y que prefería ir al cine con mi amiga. Dio excusas sobre su silencio de la semana pasada, inventó motivos, pidió disculpas, pero esta vez no le creí.
Cuando volví a mi casa, a las 4 de la mañana, había un mensaje de la una de la mañana donde me preguntaba si ya había vuelto y donde me pedía que si llegaba temprano le avisara así podíamos ir a tomar algo.
Jamás contesté.

Me pregunto: ¿ Por qué con los histéricos siempre funciona mejor la mano dura que la caricia?



Sábado: De amor y soledad



Fui al cine con Sami a ver "La elegida",película de Isabel Coixet protagonizada por Ben Kingsley y Penélope Cruz.
Habiendo visto (y adorado) de la misma directora "La vida secreta de las palabras", reconozco que entré a la sala con mucha expectativa. La película no sólo no me defraudó, sino que logró movilizarme por completo.
Mi apreciación lejos está de ser objetiva y es que a esta altura la historia me atravesó por completo y pasó todos los filtro de lo emocional.

La película cuenta la relación entre un exitoso profesor que ha pasado la vida sin atarse a ninguna mujer, y una alumna a quien le lleva 30 años de diferencia. Pero por supuesto, en este vínculo que en un inicio aparenta ser sólo sexo, se produce un punto de inflexión cuando el protagonista ve desmoronarse su coraza ante la bella Consuela que logra calarlo en lo más hondo de su ser.

El despertar nuevamente al amor lo encuentra a Kepesh desprotegido, vulnerable y lleno de temores a flor de piel. La soledad que se arrastra como un fantasma en medio de sus horas, la sorpresa de envejecer y el miedo que rodea el entregarse al compromiso, se apoderan de él y lo arrinconan en una calle sin salida, donde la única vía de escape es , justamente, escapar de ese amor.

Temas como la madurez, la amistad, la confianza mutua, los celos, se hacen presentes en varios pasajes de la historia obligando a cualquiera con un poco de sensibilidad a replantearse lo mismo que el protagonista.

Frases como : "Las mujeres hermosas son invisible. Nadie puede ver a la persona real porque el exterior nos fascina tanto que nunca llegamos al interior." o " Me pasé la vida saltando de relación en relación sintiendo que de esa forma nunca estaría solo" o " La vejez no está hecha para cobardes", quedan grabadas al salir del cine y siguen haciendo eco con el pasar de las horas.

Por mi parte, creo que esta película me llega en el momento indicado, para entender que el amor no es algo sencillo, que a veces la voluntad de enamorarse y la persona indicada no alcanzan, que hace falta mucho más y que ese plus está en uno mismo. El temor al compromiso en contraposición a la indeseada soledad y esa lucha cruel que a veces se nos genera al confundir la libertad con la independencia.

Por suerte, Coixet me ayuda a confirmar que más allá de las dificultades, es el amor el gran protagonista de la vida, y que vale la pena arriesgar, una y mil veces para no terminar preguntándonos lo que se pregunta Consuela: "¿Cuánto tiempo de esta vida habré perdido durmiendo?".

A despertarse entonces, y a correr a ver esta película, que tiene el poder de hacernos un click en la emoción.
No olviden llevar carilinas y si es posible una libretita dónde anotar los increíbles diálogos que merecen ser recordados.

De yapa, el trailer de la peli.


sábado, 22 de noviembre de 2008

Shhh...


Voy a anotar este día en mi agenda.
Este instante, este segundo.


Hace unos días que intento hablar con Norman por el Msn, pero él no responde.

Me cansé de su histeria.Cuando a él se le ocurre aparecer pretende que yo esté dispuesta a escucharlo y con ganas de verlo, que yo sepa entender sus tiempos, sus borrones, su chiquilinada.
Que acepte sin chistar sus argumentos, que lo banque, que me enrosque con sus "esta vez va a ser distinto, ya vas a ver cuando nos veamos".
No nos vimos, ni nos veremos.Mucho menos si la semana pasada me hablabas y ésta te llamás al silencio.El oficio mudo no es mi fuerte y este jueguito me cansó.

Harta de su inmadurez, el mousse se encaminó a la solapa de contactos y seleccionó: Eliminar.
Si si señores, pude.Por fin me liberé de esa inmunda pesadilla. Chau Norman, chau, que te garue finito...

Pablito contestó el mensaje que le mandé en el Facebook, y pregunta si me casé y dice que recuerda con emoción los paseos que dábamos en el Fiat Europa (ni yo me acordaba de mi pobre autito).
No volví a contestarle.


Se ve que este viernes me encontró con la copa llegando al límite de líquido permitido, y a punto de desbordar.
Me cansé de tejer y destejer conjeturas sobre qué hacer y qué decir con "Alguien", sobre si llamarlo o no, si verlo o no, si decirle o no, y así hasta el infinito.
Me cansé de tanta vuelta, mía , de él, de los dos.
No tengo ganas de ser yo la que diga, ni la que invite, ni la que haga.Merezco que él mueva los hilos.Si no puede, lo lamento, no sería para mí.
Yo me mostré tal cual soy, le manifesté mi intención de verlo y hasta le pasé mi celular. Si no pude verlo el domingo pasado no fue por falta de ganas sino porque su invitación fue a medias. Invitarme vía mail y no por mensaje de texto o llamado no me sirve, no es lo que quiero.


Así que hasta acá llegué con mi contribución, con el aporte a la "movilización de bellos durmientes" que se recuestan en el letargo.

Momentáneamente me llamo al silencio.No voy a postear más de "Alguien" hasta que él no tome las riendas del asunto.
Si no las toma nunca, las que se las toma soy yo, y a otra cosa mariposa.


No es que tenga un mal día, sino que empiezo a pensar en mí.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Llamado a la solidaridad



No suelo ser precavida, pero considerando que estamos a 21 de noviembre, pretendo que el encuentro con "Alguien" no me agarre desprevenida.


Estuve a pura fruta, tostada integral con queso untable y litros de mate durante la semana.
Tomé un poquito de sol para sacarme el color traslúcido invernal y me embadurné con cremas de todo tipo.
Tengo el baño de crema y las ampollas para el brillo capilar listos para ser usados.
Un aerosol de coco para el cuerpo, un esmalte rojo y uno blanquito para las uñas y mi perfume preferido observándome desde el placard.

Tengo en mente tres conjuntos para diferentes horas del día:

- Vestido campestre por si pinta almuerzo dominguero.

- Vestido sexy y colorido por si sale cita para el atardecer.

- Pantalón negro y remera glamorosa por si surge plan nocturno.

Por si acaso, también tengo a mano: el pijama de verano y las pantuflas, un montó de dvd`s para pegarme a la tele, y varios planes suplentes por si no sale ningún encuentro.


Ahora bien, por más que mi mentecita se haya propuesto remar a todo trapo en este último tramo de la regata, no dejo de pensar en los pormenores (temidos) del encuentro en sí:

- Que haya silencios aniquilantes.
- Que al verlo me de cuenta a) de que no me gusta b) de que no le gusto c) que no tenemos piel.
- Que sea aburrido (si hay algo que me mata es el humor)
- Que sea insulso (léase algo como un "Ni ")
- Que él sea quien diga "bueno,vamos yendo que mañana tengo que cultivar tulipanes temprano"
- Que diga "hablamos"
- Que no me mire a los ojos mientras mantenemos un diálogo
- Que diga algo que lo haga restar muchos puntos de golpe
- y miles de etcéteras más.


Vi por ahí, googleando, que hay miles de páginas que ofrecen tips para las primeras citas.Si bien ya pasé mil veces por esta situación, mi afán de querer tener todo bajo control como para minimizar los riesgos, me lleva a consultarles a ustedes y pedirles consejitos sobre qué hacer y qué no hacer jamásdelosjamáses para al menos salir bien parada del asunto.

Dicen que la primera impresión es la que cuenta, y yo no quiero escaparle a la regla.

Escucho propuestas y consejos.
Se agradece, che.

Inolvidable


¡Qué día!
Después de mi encrucijada de ayer, de encontrarme detenida y a la vez buscando una salida en medio del laberinto...llegó mi sesión de terapia.
Algo saqué en limpio, y es que suelo ser racional en las pavadas e impulsiva en las cosas trascendentes. Por ende, salí de ahí dispuesta a continuar en mi trabajo pero sin dejar de buscar algunas tareas extras que me representen otro ingreso.

En relación a "Alguien", me quedó claro que este dilatar las cosas es producto de mi inseguridad. No porque me sienta insegura de mí, sino de las consecuencias. Traducido al castellano digamos que no sé lo que quiero.Por consiguiente, prefiero no enfrentarme a ninguna posibilidad que amenace la tendencia de mi presente.Claro, si yo estoy cómoda así... sin jugarme por nada, sin dejarme conmover por nada "real"...¿Y si algo me devuelve al mundo de un golpe? ¿ Si esa palabras escritas en un mail se transforman en una persona de carne y hueso que me encanta? Opaaa...¿Qué lugar ocuparía eso en mi corazón blindado a prueba de robo?

Así que me enojé conmigo, por querer algo que en realidad no quiero, y me dije: Loca, media pila, que si te quedás sentada escribiendo mails seguís alimentando la idea de un otro que no se vuelve corpóreo.Basta, punto, se acabó, ¿Escuchaste? Todo eso me dije y salí convencidísima de que la hora había llegado, y que si él seguía durmiendo en los laureles, yo lo iba a despertar.

Así que recién, tomé coraje y le escribí por el chat.Para mi sorpresa, me saludó con un : Hola Blondesca, lo que automáticamente me aceleró los latidos por la idea persecutoria que tengo de que lee todo lo que escribo ( si estás leyendo te pido perdón, nunca quise decirte histérico, a veces soy muy impulsiva y me dejo llevar por la primera impresión).
El punto es que lo encontré en medio de una "crisis" laboral (¿seremos clones?), con proyectos dando vueltas en su cabeza, y un cansancio fulminante que lo dejó preguntarme por mis cosas y alcanzar a decir un" hablamos pronto, ¿eh?". Quince minutitos de chat, y algunas promesas de "ya te contaré cuando nos veamos". Me quedé con la invitación a medio decir, y unas ganas locas de agarrar el teléfono y decir: Tal día, tal lugar. Pero me contuve y ahora quién sabe cuándo volveré a tomar coraje...


Por otra parte, algunas cosas que pasaron hoy siguen confirmando mi teoría de la mesita de luz.

Ramiro fue cambiado de escritorio.Le tocó dos pisos más abajo, en una oficina chiquita y llena de desconocidos.Hoy subió a avisarme, y entre abrazos me dijo: No sabés cómo te extraño. No le dije que podía llegar a imaginármelo, porque no lo hubiera entendido, y tampoco quería tomarme semejante molestia.Tal vez podría haberle recordado la cantidad de días que yo necesité su presencia y que él no estuvo, pero a esta altura no valía la pena.


El segundo episodio se produjo cuando abrí el Facebook. Había una invitación pendiente y supuse que sería de alguna ex compañera del colegio, pero no. Cuando hice click descubrí que quien quería agregarme a sus amigos era nada más ni nada menos que Pablito.
Pablito fue mi novio de los 20.Nos habíamos conocido un verano, en Brasil, y por esa coincidencia del destino, ambos íbamos a empezar a cursar en la misma facultad.Así que ya que la vida nos unía, nosotros nos dejamos pegotear, y estuvimos juntos un año y medio.Un día descubrí un episodio raro, por comentarios oídos al pasar entre su grupo de amigos, y se instaló la sospecha de que me había sido infiel.
Lo dejé, haciendo uso de una fortaleza que tenía guardada en un bolsillo y un poco de rabia del momento.Durante un mes me mandó flores, me dejó cartas de amor en el parabrisas del auto, me siguió, me pidió tantas veces perdón, que finalmente accedí.
Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, y esa no fue la excepción.La historia se terminó definitivamente cuando descubrí que el fantasma del engaño seguía presente.
Hoy, quince años después, descubro que Pablito se anotó en el día de ayer al Fecebook, y que yo soy su primer contacto.Supe que se había casado, y por la foto que muestra junto a su nick, sospecho que tuvo un hijo.Así y todo me rastrea, después de tanto tiempo, igual que Richard, igual que Norman, igual que Tincho, igual que todos.


Acá aparece mi teoría de la mesita de luz.
¿Cuántos guardamos en la mesa de luz esas cositas por las que sentimos afecto aunque nunca las miremos? Son pequeños objetos que tienen un valor y que nos gusta sentir que están cerca, aunque no tan a la vista como para exhibir en la mesa del living ni para llevar encima.Son recuerdos que alguna vez al abrir el cajón se caen y nos traen a la mente alguna imagen de un feliz pasado que ya no está.

Yo ocupo la mesita de luz de mis ex.
Soy una cosita que se ganó un lugar en el cajón, y que no pierde vigencia con el paso del tiempo, aunque sí pierda el protagonismo.

Entre lágrimas le mandé un mensaje.No sé todavía para qué ni por qué.

Las lágrimas no eran por él, eran por mí, por esta mierda de descubrir una y otra vez que soy alguien difícil de olvidar para mis ex, pero no lo suficientemente importante como para que en el momento de tenerme no me quieran perder.

O los hombres tienen un grave problema de inmadurez, que hace que sus fichas caigan demasiado tarde, o yo tengo el karma de haber nacido con forma de velador.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Premio Meme Happy Ending




Este honorífico premio que me otorgó mi amiga Ely , además de cubrirme de buena energía, hace que me detenga a pensar en la pregunta que secunda al premio...

¿Qué es para mí un final feliz?

Es aquél que me encuentra descansando sobre un colchón de margaritas, con olor a pasto recién cortado, disfrutando de un atardecer.Mi cabeza reposando sobre el cuerpo de la persona que amo, sintiendo el ardor de mi piel ante su sólo contacto.Los dos, con la mirada fija en ese sol que se va ocultando, y con la maravillosa sensación rondando en el aire, de que la felicidad por fin nos alcanzó.


Quién sabe, tal vez mañana cambie de opinión, pero hoy con eso se regocijaría mi alma.


Nomino a algunas personas que andan en busca del final feliz:

* A Vero para que vuelva a enamorarse y para que eso que la preocupa hoy termine bien.

* A Flori para que descubra un nuevo corazón en quien depositar tanto amor.

* A Diego para que encuentre respuestas a esas miles de preguntas que siempre se hace.

* A Florcita para que pueda sacarle una foto en primer plano a la felicidad más grande.

* A Jenni para que se le vayan las penas y un amor sincero se la lleve de paseo.

* A Vani para que esa nueva historia de la que recién se está escribiendo el prólogo termine con el final que ella merece.



Por supuesto que hago extensivo el deseo de un final feliz para todos mis queridos lectores, incluídos aquellos que no tienen blog...
Podría nombrarlos a todos, pero saben a quienes me refiero...


Que si nuestras historias no pueden terminar con un " Vivieron felices para siempre", al menos lo hagan con un "...Y comieron perdices ".

miércoles, 19 de noviembre de 2008

El rescate



Hace unos días atrás estuve escribiendo en este blog sobre las lágrimas.
Me encontré sin ganas de llorar más, pidiendo a gritos que volvieran de a montones las sonrisas.
Después, hablé de una forma distinta de llorar, que no incluía lágrimas pero que dolía con la misma intensidad.

Hoy pasé por ambos momentos, el de llanto extremo, y el de ahora, en que tengo secas las pupilas, pero lloro igual.


La vida que me tocó me hizo quejarme en más de una oportunidad, y a partir de esa queja pude encontrar una veta , un hueco donde colarme y descubrir una alternativa. Siempre me tocó remar, y muchas veces se me dio vuelta el bote en altamar y sin salvavidas, pero así y todo, traté de ponerle humor, y reírme de mi propia desgracia.Como quien dice, si el problema estaba ahí y no podía arreglarlo en lo inmediato, tampoco podía dejar que consumiera mi presente.


Con el paso del tiempo, los remos se fueron encarnando en mi cuerpo, hasta convertirse en mis dos manos.

Nunca supe cómo es la sensación de que algo salga derechito desde el inicio, ni voltear de un sólo tiro al pato en la kermesse , ni que me salga la generala servida.


Desde marzo de este año vengo remando en lo ecónomico, luchando por un cambio de puesto en mi trabajo, por generar más comisiones, por saldar todas las deudas.Cada vez que empiezo a acomodarme, a base de esfuerzo y de resignar placeres (incluso hasta lo mínimo), por algún motivo el agua empieza a filtrarse en el bote.
Hoy, ya no hay salvavidas que me saque a flote en la corriente, y me siento a merced de las olas, dispuesta a entregarme y que el destino me arroje en alguna orilla.

Ya no me da la cabeza para pensar una fórmula salvadora.Creo que de tanto tragar agua, se me deben haber inundado hasta las ideas.


Siento que tengo que decidir, no sé bien qué, pero decidir.

De pronto hay mil cosas a mi alrededor que esperan un movimiento de mi parte, y ahí es justamente donde me paralizo.
Sé que tengo que enfrentarme a ver a mi papá.Sé que no puedo dilatar más el encuentro con "Alguien".Lo sé, pero no puedo accionar.
Hoy es el momento para torcer las velas.¿Pero cómo? ¿Hacia dónde?


Esta noche necesito que un otro piense por mí, qué oficie de brújula, de guía.Que sea un bastón que me sostenga un tramo del camino, y una mano dispuesta a alivianar el peso de mi mochila.
No quiero alguien que soporte mis problemas, porque para eso me basto solita...sólo quiero alguien que me preste su espalda para recostarme un rato, y que me deje estar en silencio sabiendo que comprende.
Necesito más que nunca alguien que me rescate.



Desde la plaza de armas de un lugar cualquiera,
te escribo una carta para que tú sepas lo que ya sabías,
aunque no lo dijeras.
Espero que llegue a tus manos y,
que no la devuelvas.
Que pagues el rescate que abajo te indico.
Yo tampoco me explico, por qué no acudí antes a ti.
Pero nadie puede salvarme,
nadie sabe lo que sabes,
y tampoco entregarían lo que vale mi rescate.
No hay dinero, ni castillos,
ni avales, ni talonarios,
no hay en este mundo, -aunque parezca absurdo-,
ni en planetas por descubrir, lo que aquí te pido.
Y no te obligo a nada que no quieras.
Las fuerzas me fallan, mis piernas no responden;
te conocen, pero no llegan a ti.
Decidí por eso mismo, un mecanismo de defensa.
Presa como está mi alma, con la calma suficiente,
ser más fuerte, y enfrentarme cuanto antes a la verdad,
sin dudar un segundo, lo asumo,
sólo tú puedes pagar el rescate.
Devuélveme el amor que me arrebataste,
o entrégaselo, lo mismo me da, al abajo firmante;
pues no hay en este mundo, -aunque parezca absurdo-,
ni en planetas por descubrir, lo que aquí te pido.
Y no te obligo a nada que no quieras.
Las fuerzas me fallan, mis piernas no responden,
te conocen, pero no llegan a ti.

Y no te obligo a nada que no quieras.
Las fuerzas me fallan, mis piernas no responden,
te conocen, pero no llegan a ti.









Dedicado a mi amiga Alfa , que anda con ganas de llorar...

martes, 18 de noviembre de 2008

¿Preservar o condicionar?



La encuesta arrojó los siguientes resultados:

1- El encuentro se produce en Noviembre 29%

2- Nos convertimos en buenos amigos 20 %

3- Si te he visto no me acuerdo 19 %

4- El encuentro es mágico 18 %

5- En el cara a cara no me atrae 16%

6- En el cara a cara no le atraigo 5%



Yo misma supongo que el encuentro debería darse en los próximos días, así que no me extraña que haya ganado esta opción.
Lo que si me asombra, y mucho, son las siguientes ubicaciones.En el segundo y tercer puesto se ubican, a mi criterio, las peores opciones, y no porque convertirse en amigo de alguien sea algo negativo, sino porque más de una vez me han alentado con un "ya te va a llegar el amor" y al momento de darme ánimo me sorprenden con un 39 % distribuído entre la amistad y el "hasta nunca".
Nada menos motivador que ese resultado.

En contraposición a ese 39 %, hay un pobre 18 % que aún cree en la magia, en el amor, en que la vida nos puede sorprender, en que siempre hay un roto para un descosido.

Eso, más allá de mi situación concreta, me desilusiona.Me hace pensar en la cantidad de veces que leí con entusiasmo en otros blogs, o en este mismo, sobre la espera del príncipe azul, sobre las películas de amor, los finales felices. Parece que al final, en los números, son los menos.Somos los menos.
Es igual que en las elecciones, donde nunca nadie votó al ladrón que finalmente gobierna, pero sin embargo ganó. Seguramente nadie habrá votado en contra del amor, pero si sumamos todos los votos, el amor es el gran perdedor.


Ni hablar de que él no me guste cuando lo vea.¡Vamos! ¿De pronto somos todos frívolos consumidores de envase? ¿Me va a sorprender una voz que no sea de barítono y por eso lo voy a descartar?¿ Unos pies demasiado grandes?¿ Una cola un poco chata? ¿ Un poco de panza? ¿Poco pelo? ¿Barba?
Hace más de dos meses que leo sobre él, sobre su vida, sus gustos, sus defectos. Conozco algo de sus fobias, de sus tiempos, de su pasado.Tengo varias fotos en las que no está posando ni hay photoshop, y hasta pude apreciar sus gestos y su forma de moverse en un video.
Ya sé lo que voy a ver, y también sé que no es Brad Pitt.Sin ser el prototipo de belleza ha ganado mi interés más que cualquier tipo atractivo que al abrir la boca se convierte en uno del montón.

De que yo no le atraiga...se ve que por suerte hay pocos que no me tienen fe.


La encuesta logró confundirme.No puedo descubrir si los votos en contra fueron para preservarme y que no me ilusione por demás, o fueron fiel reflejo de lo que pensamos todos al momento de apostar por el amor.

Sinceramente no creo que la gente al pedir tres deseos repita al unísono: Quedarme solo, quedarme solo, quedarme solo
.
Tal vez esté de moda jugar a ser independiente, o al eterno soltero, o al "no necesito a nadie", pero en el fondo, todos nos cansamos de la soledad en algún momento, sobre todo cuando llueve o es domingo.

Así que voy a hacer de cuenta que el resultado de la encuesta fue distinto, y que desde el otro lado del monitor hay un montón de gente haciendo fuerza porque el encuentro sea mágico.
Tal vez de esa forma se me vaya un poquito el miedo, y vuelva a jugarme por aquello en lo que sigo creyendo.

Pompa de jabón


Ayer tuve la sensación de que "Alguien" estaba cerca,por primera vez.

Pensé que al levantarme ese "merodear" de su persona que siento como una sombra, iba a disiparse, pero no. No sólo no desapareció, sino que se hizo más fuerte.

Es difícil de explicar lo que siento, pero sería más o menos como una rara conexión que está latente entre ambos.Como si al acordarme de él en algún momento del día, tuviera la certeza ( ? ) de que en ese momento, por algún motivo, él estuviera pensando en mí.

Ya me pasó varias veces con él, que en el momento de preguntarme: ¿Qué estará haciendo ahora? justo me llegué un mail donde responde a mi pregunta, o se conecte y me hable.

Esa sensación, en lugar de ponerme contenta, me genera pánico.
En estos días en que el encuentro parece inminente me puse a pensar si realmente quiero verlo, y yo, que detesto los grises, me descubrí respondiendo un "no sé".
Me empecé a escudar en muchas cosas, como que justo me salió un grano, que no sabría qué ponerme, que si elijo un vestido sin mangas no es propicio para esta semana en que por las noches no hace tanto calor, que primero debería tomar un poco más de sol...Lo que debería tomar es coraje, pero eso no viene en comprimidos que pueda comprar en Farmacity.


Así que acá estoy, detenida, pausada, tratando de que todo se dilate, y desayunando miedo.

¿Miedo a qué? A que la realidad nos deje sin palabras.A que el viento de verano se lleve todo lo lindo de esos mails y lo amontone en ese rincón del que las cosas no vuelven.A que un silencio incómodo se trague la expectativa, la degluta sin piedad y de un sólo bocado. A que una mesa nos confirme que estamos en mundo que no es imaginario, y que no podemos atribuirle al otro un tinte de perfección que no tiene.A que dos meses de soñar se terminen de pronto, sin avisar.

Claro que podría plantearme un escenario positivo, pero prefiero no hacerlo.
Supongo que es mejor ir al cine pensando en que la película será una más del montón y descubrir a la salida que es una de esas pelis que lograron sorprendernos y que podríamos verla millones de veces más.


Prefiero acurrucarme en esta incertidumbre, que decorar el encuentro con pompas de jabón, violines de fondo, y un telón de estrellas .


Una vez alguien me dijo que cuando uno siente algo por un otro, llamemoslo conexión, química, interés, es porque al otro le pasa lo mismo.Que es difícil que la sensación sea unilateral, y que generalmente es recíproca.


Será por eso el miedo...

Contra todo pronóstico y más allá de lo que cualquiera diga, tengo una inmensa confianza de algo bueno va a resultar.

No, no es confianza, es esa cosita indescriptible que se llama intuición.
Sólo el tiempo dirá si tenía razón.

lunes, 17 de noviembre de 2008

De certezas, insinuaciones y sexto sentido





El lunes trajo, además de mucha fiaca al levantarme, algunas particularidades que sirvieron para levantar mi ego.

La primera, en la oficina, cuando lo vi a Ramiro. Los abrazos fueron tantos que tengo "stock" hasta enero, y además un excedente que puedo rematar en Mercado Libre.
Se le ocurrió regalarme otro atado de cigarrillos y en el momento de dejármelo sobre el escritorio me dijo :

- Me estoy por separar.

Así como si nada, como quien dice "en marzo empiezo un curso de computación".
La misma importancia que le dio él al comentario, fue la que le di yo en la respuesta:

- No creo, Rami, no creo.

Y seguí trabajando.

Al mediodía me llegó un mensaje de Tincho. Para los que no tengan ganas de leer la historia con él, les recuerdo que fue un amor de la época en que la mayoría éramos modernosos y en que los amores, así como la moda, eran pasajeros. Desde el año en que dejamos de vernos, él se puso de novio con una chica con quien convive hasta el día de hoy.
Me buscó por el Facebook dos meses atrás, y desde entonces quedó pendiente un encuentro.
Como decía, me llegó un mensaje de él, preguntándome si tenía planes para el almuerzo.Como mi querido jefe había planificado una reunión para las 14 hs, no me quedó otra que rechazar la propuesta, a lo que me contestó:

- Avisame el día que vos puedas. A partir de este momento tenés un almuerzo pendiente conmigo en la Parolacchia de Puerto Madero.

Así que entre los planes "mata ansiedad y expectativa" para esta semana, tengo que anotarme el almuerzo con el Ex- novio de los años 90: Tincho.


Para finalizar el día, tuve terapia ( de neurosis ) grupal. Muy amena como siempre, sobre todo porque soy la única mujer en un grupo de pura testosterona y eso tiene sus privilegios.
Uno de ellos, es que a la salida, mi compañerito Ezequiel , de apenas 24 añitos , se ofrece siempre a alcanzarme lo que más pueda (depende de sus actividades post terapia) para que yo demore menos en llegar a mi hogar.
En la última sesión se atrevió a pedirme el celular, y yo como buena compañera tuve que dárselo (léase: creyendo que en crisis nerviosa podía necesitarme). Hoy,antes de que me bajara del auto, me sorprendió con una nueva forma de contacto:

- Ah, Blonda,¿No me darías tu Msn?

Se lo anoté en un papelito, con una birome rosa que él me había dado. Cuando se la voy a devolver, me agrega:

- No, la birome guardala , que te la traje para vos.

Y sonrió.
Y así con cara de "gracias pero me incomoda un poquito esto", me bajé del auto, escuchando un "hablamos" que salía desde la ventanilla del conductor.


Ya sentadita en el 41 , abrí y cerré por lo menos diez veces el libro que intentaba leer. No podía concentrarme, estaba inquieta, revoleando los ojos de un lado para el otro.A cada uno que subía en la parada lo miraba, al que paseaba al perro, al que cruzaba la calle.
De pronto me di cuenta de que estaba fantaseando con la idea de cruzarme a "Alguien" por la calle, en pleno regreso a casa.
No me digan que estoy loca, pero juro que sentí que merodeaba los alrededores.

¿Será una señal de que el encuentro se acerca y que mi sexto sentido empieza a presentirlo?
¿ A alguien alguna vez le pasó?

Por si acaso, voy a andar alerta ( y con el pelo planchado)