Ramiro: Diagrama de Venn

Me levanté reflexiva, no se por que.De buen humor, pero reflexiva.

Hoy es uno de esos días en que me gustaría tener treinta horas más por delante para ver películas, escribir, y leer libros. Todo al mismo tiempo,también. Como si necesitara filosofar y de esa forma encontrar algunos justificativos para las cosas que me pasan en la vida, sin caer en el lugar común de "por algo será".

Me colgué pensando, mientras miraba las fotos de Ramiro, y las compartía vía mail con Vir, que inevitablemente, cuando uno se aleja de alguien, ya sea porque fue decisión de uno o de otro, o de los dos, uno siente como si le arrancaran un brazo, o le sacaran una muela sin anestesia.

Y ahí es donde confirmo que el amor, o la atracción o la fascinación por alguien no es una ciencia exacta.Creo que es lo más inexacto que puede existir.
En Matemáticas,por ejemplo, cuando sumamos 1 + 1 nos da por resultado 2. Si a ese 2 ,le restamos 1, nos sigue dando 1. En el amor, no es igual. Yo conozco a Ramiro ,somos Blonda + Ramiro, da por resultado UNA HISTORIA DE A DOS. Cuando a Blonda, le restamos Ramiro, el resultado no es UNO, es la nada.Y hasta a veces puede ser un número negativo. Yo, sin Ramiro,ya no soy yo, al menos por ahora.Y eso duele. Uno no vuelve a quedar como la persona que era, como esa unidad que originariamente era antes de que decidiera sumarse a otra unidad para formar una decena. Esa unidad pierde fuerza estando sola,y se siente un cero,redondo y hueco que no sabe cuando va a volver a convertirse en un número de dos cifras.

Supongamos que yo soy A, y que Ramiro es B.

Cuando nos cruzamos en la vida,pasamos a crear un espacio común, entre ambos diagramas, que es el que compartimos, y el sentido de habernos encontrado.Cuando nos alejamos, esos diagramas pasan a ser meros círculos, como eslabones de un viejo collar, y el diagrama de Venn que nos enseñaron en el colegio, pasa a ser un dibujo más de algún viejo cuaderno lleno de tierra.

El amor es divino mientras dura, pero es insoportablemente triste cuando se termina.No importa si duró ocho años, o un mes,siempre duele, siempre nos modifica.

Termina siendo como una venda que nos mantuvo aisladas en otro mundo, y que al sacarla, parece que se llevara con ella parte de nosotros,que tal vez no podamos volver a recuperar.