Otro Domingo nublado

Hoy hablé con Ramiro por teléfono.

Tenía que pasarle la dire de una empresa,así que lo llamé.

Hablamos de pavadas,de cosas de domingo.Nada raro,imagino, por como vienen las cosas.

Más tarde hablé por el Msn con Orbis, que me dijo algo que me hizo pensar.No sólo pensar,también lloré bastante. Orbis dice que Ramiro tiene un doble discurso.Está lo que dice, porque lo siente y así le sale, y está lo que hace, o lo que puede o quiere hacer.Los hechos no concuerdan con las palabras y yo no puedo seguir colgada de lo que siente pero se priva de hacer.

Y ahí está el momento en el que yo tengo que decidir que hacer.En lugar de tomar una decisión,lloro, como si fuera más fácil hacer eso que pensar. O por ahí lloro de tanto que pienso.

Son esos días en que pienso que el mundo complota contra mi,en que recuerdo que ni una me sale derecha...en que viene a mi mente la frase que siempre dice Renata: "El príncipe azul, a la larga destiñe". Ramiro destiñe.Ramiro no va a rescatarme de la torre en la que estoy prisionera, ni va a pelearse con ninguna bruja para conseguir mi amor,porque mi amor lo tiene,y porque tal vez no lo necesita.

Yo sólo se que necesito algo que hoy no puede darme salvo en palabras.Yo quiero que él me contenga y me sostenga, ahora que el resto no me sale bien, pero él no puede hacer más que lo que hace.Yo necesito alivianar mi mochila, pero él ya tiene la suya.

Afuera llueve, para hacer más patético mi domingo.

Sobre mi cabeza, hay un nubarrón negro y espeso.

Ojalá cuando se corra, aparezca algún rayo de sol.