Souvenir

En la bandeja de entrada otro mail de Richard, sin que yo le hubiera contestado el anterior.
El asunto estaba en blanco, pero adentro, él se había encargado de escribir:

Asunto: "Recuerdos"

Supongo que habrá querido significar que era la segunda parte del primer mail.

Transcribo tal cual el texto.

1- Buenos
2- Muy buenos





3-Malos



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(millones de puntos suspensivos)

Lejos de darme nostalgia, sus palabras me hicieron pensar que un tipo casado, con dos hijas, que le escribe eso a una amante cualquiera (como fui yo) con la que solo estuvo 7 meses, y la que de un día para otro se mudó sin dejar rastro es alguien patético.

Mi respuesta fue la siguiente:

Me da pena que todavía te acuerdes.
Pasó demasiado tiempo.



Richard en mi vida no es más que un souvenir, como esos sombreritos mexicanos o esos llaveros que dicen I love New York que terminan tirados en algún cajón de la cocina y que nadie se acuerda que existen hasta que de casualidad, buscando alguna otra cosa aparecen en nuestras manos.

Calculo que por sus mails yo no soy sólo un souvenir, y en lugar de levantarme la autoestima me hace sentir una yegua desalmada que se ríe de un pobre tipo.
Pero la verdad es que más allá de las nauseas y las carcajadas, Richard no me genera ninguna otra cosa.
Es solo un recuerdo.
Un mísero souvenir del 2001.