Ayer fue un día de esos que marcan un antes y un después.En todo, o casi todo.
Hace varios días, semanas diría, que se viene gestando una movida rara en el trabajo.
Cuando yo entré a la empresa veía que los que hacía un par de años que estaban querían irse, y no le encontraba sentido "siendo tan buen laburo". Es cierto que el trabajo es bueno, pero no ciertas políticas ni movidas a nivel gerencial, por lo cual hoy estoy metida en el grupo de esos que quieren irse mientras que los nuevos, como Ramiro, dan gracias al cielo de haber conseguido ese trabajo.
Citando a Ramiro, ayer no le di bola, en absoluto.No fue un rol impostado, sino sincero.Hacía un par de días que no lo veía, y verlo me dio ternura de alguna especie.Sólo eso. A media mañana me pidió la computadora para mandar un mail porque la suya se había colgado.Le dije que se sentara y la usara tranquilo, a lo que me respondió:
- No, tipealo vos mientras yo me siento al lado tuyo y vamos hablando, porque te extrañé.
En otro momento el corazón se me hubiera subido a la garganta, y me hubiera ruborizado como una quinceañera. Ayer me dio lo mismo. Creo que en parte se debe a que me hago la idea de que me queda poca vida útil en ese laburo y que inevitablemente va a venir el corte, voy a dejar de verlo, y así el tiempo va a ir haciendo de las suyas hasta convertirnos en un vago recuerdo.
Hablamos, nos pusimos al día; por mi parte como viejos amigos.Cuando se estaba yendo, vino a saludarme con el mismo abrazo dulce y prolongado de siempre. Y yo seguí con la mala sangre habitual que me hago cada vez que me siento en ese escritorio.
A la tardecita, nos reunimos varios compañeros para tratar de encontrar una solución al tema de la falta de trabajo, la disminución de las comisiones, y el malestar general que se vive desde que detectamos que nos deben bastante plata por no haber aplicado el aumento sobre las comisiones.
La charla se prolongó hasta la medianoche, para finalmente decidir que hay una sola vía posible de efectuar el reclamo, la que sin duda trae aparejada la salida de la empresa.
Se que este trabajo no da para más, que cumplió su ciclo, y que fue muy bueno mientras duró, pero que es tiempo de barajar y dar de nuevo.Así que a partir del domingo empezaré a buscar algo distinto, que me haga feliz, donde me paguen lo que corresponde.
Tal vez se aproxime una época de cambios en varios aspectos, y aunque eso genera un nerviosismo inevitable, tengo que prepararme para lo nuevo, considerando que puede ser mucho mejor que lo que hoy tengo.
Sigo en el medio del camino, frente a la bifurcación, sabiendo que en breve voy a tener que optar por seguir hacia uno u otro lado. Me dejaré llevar por mi instinto, cruzando los dedos para no equivocarme.
3 Blondas y algunos rubios no se callaron:
Mucha suerte, Blonda! Espero que encuentres algo mucho mejor!
Saludos y espero que pases por mi blog. Lo reformaré un poquito =)
Es complicado. Me pasó quedarme sin trabajo de un día para el otro.
Un viernes de euforia total y el lunes crisis a pleno. Y el martes pasar a buscar todas mis cosas por el trabajo y estan en casa, sola, al mediodía sin saber que hacer...
Si sabés que es tiempo de rajar del barco que se hunde agarrá lápiz y papel y anotá todo lo que tenés que resolver y los pasos a tomar, para organizarte.
Bah, yo soy de hacer eso siempre.
Me sitúa mucho en tiempo y espacio eso de volcar las cosas sobre papel.
Un beso, Blondita.
Amanda: Ya mismo entro a tu blog! Y estoy complicada, la verdad que es el peor momento a nivel laboral y no se muy bien que quiero hacer.
Un beso
Cata: Es muy complicado.A mi no me estan echando, solo que ya sabemos que los nuevos tienen toda la atencion por una cuestion lógica de que vienen llenos de pilas y nosotros ya estamos agotados por la venta que es sumamente desgastante.
No se, veremos,si cambio quisiera que fuera un lugar en donde pueda escribir, no importa qué, pero escribir.
Un beso!!!!
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