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viernes, 1 de agosto de 2008

Al filo




A la mañana me llamó Liliana para ver como había amanecido después de semejante movilización anímica. Me pareció un gesto noble de su parte, y se lo hice saber.
De paso aproveché para aclararle que la idea de mi papá de que me quede a dormir, no era viable.Le pedí que ella le hiciera notar que el hecho de que nos veamos nuevamente no lo habilita a pedirme ciertas cosas, que yo tengo 34 años, mi propia casa, una vida y ciertas manías que fui incorporando, como el hecho de que amo dormir en mi cama.


Jornada laboral, confusa.
Me encontré con algunos problemas después de dos días de ausencia, y me la pasé la mitad de la mañana puteando, pero puteando con ganas y a viva voz.Los chicos nuevos me miraban sorprendidos, y seguramente me habrán etiquetado como la loca, pero ya se les va a pasar (o no).
Ramiro se reía junto con Manuel, y trataban de hacerme bajar un par de cambios.Les contesté que ahora ellos no entienden porque tienen puesta la camiseta, pero que en unos años hablábamos.
Me invitaron a almorzar con ellos, y fui.
Comimos un combo con 3000 calorías cada uno, y cuando terminamos nadie se sentía en condiciones de volver a trabajar.
Nos quedamos fumando un puchito en la puerta, cuando a Ramiro se le ocurrió contar sobre lo vacía que tenía la heladera a fin de mes, y dijo:

- Me queda una lata de cerveza, dos bananas, una manteca,crema de leche y mermelada Emeth, pero la de vidrio y de frutilla.

A lo que yo agregué:

- Yo también tengo la Emeth de frutilla, y en envase de vidrio.

Me miró como si hubiera citado de memoria "El Aleph" de Borges, y me dijo:

- ¡No te puedo creer! Me encanta que coincidamos en los gustos.

Me quise morir.¿Hay algo que pueda decir sin que él haga un comentario de esa índole?¿No podía decir: Si, es rica y barata?

Cuando subíamos en el ascensor los tres, me abrazó, de costado, y me dijo:

- ¿Por qué no te venís a tomar un cafecito con nosotros antes de ir a terapia y me contás lo de tu viejo? Porque no vamos a tener tiempo sino y yo mañana no vengo.

Dije que tenía cosas que hacer en la oficina, que bla, bla, bla, pero a las cuatro me estaba yendo con ellos. Tengo el si fácil, lo se.

En el bar hablamos de lo de mi viejo, y de algunas otras cosas de la vida. Manuel a veces se explaya demasiado, y con voz demasiado monótona, así que cuando tomó la posta Ramiro lo interrumpió diciendo:

- Es tarde. ¿Vamos?

Y me salvé de quedarme dormida sobre el pocillo.

Por supuesto que nosotros dos nos volvimos juntos en subte.
Nos matamos por conseguir un lugar, pero como a él justo lo llamó "ella" al celular, la cabeza no le dio para coordinar una respuesta al mismo tiempo que cuerpeaba a la gente para sentarse, así que tuvo que viajar parado, viendo como yo estaba cómodamente sentada.Cuando terminó la conversación telefónica le dije:

- Como dormiste con el asiento

- Si, pero no te pienses que por eso vas a zafar de que vayamos hablando todo el viaje - dijo

Acto seguido, mientras yo agarraba sus cosas para liberarlo del peso, me hizo una caricia en el hombro izquierdo.No contento con esto, a los treinta segundos me pellizcaba suavemente la mejilla, como suelen hacerle las abuelas a sus nietos.
Eso no hubiera sido nada, si a ambos gestos no los hubiera acompañado de una intensa mirada y una amplia sonrisa.

Cuando estábamos a mitad del recorrido me pidió que le avisara donde bajarse, porque "vengo tan a full con vos que seguro que me paso" y " llamame mañana después de verte con tu viejo así me contás como fue todo" y " igual te llamo el domingo así paso por tu casa a buscar el monitor".
(Si, Ramiro es mi comprador del monitor que hace un año que tengo a la venta, juntando polvo en un rincón de mi cuarto).

Antes de bajarse, lo de siempre: "Cuidate, hablamos, nos vemos, muaaaá!!", Y sendos besos y abrazos entre la gente.

Por suerte fui a terapia, y si bien la sesión fue muy jugosa, tanto mi terapeuta como yo, sacamos algo importante de todo esto:

" De lo que dice mi papá, eso del cafecito que tomó conmigo durante 34 años porque me llevaba en el alma, voy a contabilizar la mitad.Digamos que suena muy lindo a los oídos, pero hubiera sido más fácil que en vez de tomar café cada mañana conmigo, sin que yo me entere, me hubiera llamado y me lo hubiera dicho. Esto que te digo de él, también me lo digo de los tipos. Basta de creerles todo.¿Qué es eso de : si volviera a nacer te elegiría? La realidad es que el tipo está vivo y no me elige, y las palabras no me sirven para creer en el amor.Al menos no en el amor que quiero para mi. NI de los tipos,ni de mi viejo. Yo ahora quiero hechos."

Mi terapeuta estaba contenta, porque desde que voy que me ve soñar con la historia de la Bella Durmiente, y agarrarme de cualquier frase de sobrecito de azúcar que me dicen los tipos para inventarme una historia de amor maravillosa, de la cual salgo cagada a palos.

Así que concluyo en que estoy al filo.Al filo de sobreponerme a Ramiro, al filo de encontrarme con mi viejo sin por eso pensar que es Arturo Puig (Grande Pa!), y al filo de empezar , de a poco, a ubicarme en esta vida.

6 Blondas y algunos rubios no se callaron:

Anónimo dijo...

Bien Blonda!!!
así quiero leerte!!! me pone muy contenta que hayas decidido pararte de esa manera, con fuerza y coraje frente a esta situación que te tocó vivir.
El otro dia hablabamos de la realidad y de la fantasía...soy soñadora como vos, me enamoro de las palabras y creo en los sueños deseperadamente, pero la felicidad ante todo, la felicidad como objetivo y la felicidad como medio.
Y la felicidad (repito y repito la palabra...) está donde está la luz, donde está la verdad Blonda.
Iluminá adonde está oscuro con valentía, como estás haciendo ahora.
De ahí solo podes salir fortalecida, más entera y consciente de tus elecciones.
:-DDDDD
un beso enorme

Blonda dijo...

Laverdaddemi:No es que esté mal soñar, pero creo que hay que hacerlo con medida, y no todo el tiempo como yo.Cuando era chica era peor,desde que voy a terapia parece que un poco lo modifiqué, y segun mi terapeuta viene por el lado de mi viejo, por esa espera incondicional de hija, y por ese regreso despues de 22 años, que me hicieron creer que el amor es asi: magico y eterno.
Un beso!!!

Anónimo dijo...

Blonda, a esta altura ya no sé qué pensar. El pibe es realmente ingenuo o es un manipulador de novela.
Creo que tenés claro que lo mejor que podés hacer es abrirte, y que la única solución para eso es la distancia.
Besos!

Pablo Miralejos dijo...

gracias por tu comentario blonda, un beso

Blonda dijo...

Pancita(jaja): Tengo claro que me tengo que abrir, y de a poco creo que lo voy logrando.Apenas aparezca alguien potable Ramiro pasa a otro lugar, el que siempre debió ocupar.
Beso! (Ganaste?)

Blonda dijo...

Pablo: Nada que agradecer,lo tenés merecido.Otro beso.