La breve charla que tuve con Leandro,marcó como un antes y un después en la relación.Yo que pensaba que esas tres palabritas sin sentido irían a parar al rincón del olvido,pero parece que surtieron algún tipo de efecto.
Desde ese poquito que hablamos, Lean es otro. Me mira,me presta más atención que antes,está muy pendiente.Lo que resumiría lo que pasa entre ambos, es que estamos muy unidos, pegados como una estampilla.
Si bien me hace bien y me pone contenta, también me preocupa.Hay un punto en que no le encuentro el sentido.Somos como una pareja de novios sin besos, y sin sexo, por supuesto.
Teniendo en cuenta que esta situación se me presenta a mi, no debería de extrañarme ya que suelo conquistar los corazones más raros de la Argentina. El de Lean, parece ser uno más.
La semana pasa volando.
Cuando queremos acordarnos ya estamos armando la valija de regreso.
La parada en Buenos Aires va a ser solo por una semana, porque hay tanto trabajo que nos avisan que vamos a tener que volver.
Así que no hay una despedida formal hacia la gente de la sucursal y hacia el paisaje sureño, sino un "hasta luego".
El Domingo, después de algunas compras de chocolates para llevar a la oficina, estamos tomando el avión de regreso.
Tampoco hay primera clase,pero esta vez conseguimos mejor ubicación. Sandro viaja en la fila del medio, pegado al pasillo.Del otro lado,Leandro y yo.
Como es de noche, dormimos. En realidad, ellos dos duermen.
Leandro está recostado sobre mi, y la verdad es que las ganas de mimarlo que tengo, no me dejan pegar un ojo.
Cuando quiero acordarme,ya estamos tocando suelo porteño.
3 Blondas y algunos rubios no se callaron:
Loca, al final por una cosa o por otra no podes dormir nunca jajajaja
Besos!
Alfa, te extrañaba!!
Y si...si hay algo que no hice en Ushuaia fue dormir! Tengo testigos!
besos.
Blonda, que no te escriba siempre no significa que deje de leerte...
Besotes y buen finde!!!!
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