Donde duerme uno, duermen dos

A eso de las 13.30 hs se despiertan los periodistas.Parece que se habían acostado a la madrugada, y como es su día libre decidieron dormir hasta tarde.
Diego intercepta a uno de ellos en el pasillo, cuando sale a hacer una llamada telefónica.Vemos que hablan,pero no alcanzamos a oír que están diciendo.Finalmente vuelve Diego y nos dice que en un rato se van para Río Grande. Leandro y yo respiramos hondo.


Hora y cuarto más tarde, tenemos la habitación para nosotros.Es la misma en la que estuve yo en el primer viaje.
Cama matrimonial y dos sillones.
Lo miro a Leandro, arqueando las cejas.Se que me entiende porque dice:

- Vos dormí en la cama grande, yo le pido a Diego que me consiga una camita o duermo en el sillón.

- No - respondo - Dormimos los dos acá.Ya sabés que no soy peligrosa.

Me río.
Leandro, no.

- No estoy de humor - contesta - Hagamos las cosas bien

Me doy cuenta que por enésima vez metí la pata.

Bienvenida a Ciudad Gótica,pienso.
Imagino que lindo sería estar los dos con collares de flores, bailando en la arena de la Polinesia...