En el viaje hay mucha turbulencia, y yo que con los años me fui volviendo miedosa, me agarro del asiento y empiezo a rezar a todos los Santos. Leandro duerme,y ni siquiera puedo despertarlo para que me de una palabra de aliento, porque con su mal humor lo mínimo que va a hacer es decirme que me deje de joder.
Así que me la banco, como puedo.Miro a la gente a mi alrededor, para ver si están entrando en pánico, pero la mayoría duerme, o lee. Así que pienso que no debe ser para tanto,simplemente es un nuevo síntoma que deberé tratar en terapia.
Cuando estamos a la altura de Neuquén, me duermo.Leandro me despierta cuando estamos aterrizando.Lo miro. Sus ojos están igual de tristes.No digo nada,creo que es mejor no hablarle.
Como no conseguimos vuelo directo, bajamos en Rio Grande y de ahí tenemos que tomar una combi hasta Ushuaia.
El frío al salir del aeropuerto nos envuelve.La temperatura parece haber bajado bastante en una semana.Pienso si en mi valija habrá suficiente abrigo como para evitar una pulmonía.
Son las 7.30 de la mañana, y la combi sale a las 9.Estamos deseando una ducha caliente y un café con leche. La ducha quedará para más tarde,pero al menos nos sentamos a desayunar en la confitería que está junto a la parada.
Leandro me pregunta varias veces la hora.Quiere llamar a su hijo, pero piensa que es temprano.
Me dice que lo extraña y me pregunta si es mal padre por haberlo dejado.Le digo que no, que él se está yendo por trabajo y no de vacaciones.Que con lo que gane en esos días le va a poder comprar juguetes nuevos.Improviso,porque no se que decirle.
A las 9 en punto sale el micro.El camino está cubierto de nieve y se ve peligroso,pero el paisaje es increíble.Son tres horas de viaje,de curva y contra curva. Saco fotos como una turista japonesa, hasta que mi cámara se queda sin batería.
Al mediodía entramos a Ushuaia.Tenemos hambre, sueño y fastidio.
Llegamos a Cabo San Diego, y justamente Diego es quien nos recibe.
Diego
- ¡Chicos! ¿Llegaron bien?
Leandro
- Si,muertos de frío,de hambre y de sueño.
Yo
- No vemos la hora de darnos un baño caliente.
Diego
- Tengo una mala noticia
Leandro
- ¿Qué pasó?
Diego
- Se ve que algo hicimos mal con las reservas y no tengo habitación disponible para ustedes.
Leandro y yo
(al unísono)
- ¿¿¿Qué???
Diego
- Si, tengo dos periodistas durmiendo en la habitación que iba a ser para ustedes,pero debían irse ayer y no se fueron.Ellos dicen que nos habían aclarado que se quedaban hasta hoy inclusive,pero bueno, yo no lo tenía registrado así.
Leandro
- ¿Y que hacemos?
Diego
- Esperar a que se despierten.Existe la posibilidad de que se vayan a Rio Grande a hacer otra nota,pero no los puedo despertar.¿Por qué no entran y toman un café mientras esperan?
Yo
- Y bueno...si no hay otra opción.
Diego
-Igual les aviso que en el mejor de los casos tendría disponible una sola habitación.La van a tener que compartir.
Leandro y yo
- Eso es lo de menos
0 Blondas y algunos rubios no se callaron:
Publicar un comentario