Somos mucho más que dos

El Sábado,Toto me llama a las 14 hs para decirme que va a comer a lo de la madre y que después viene.Que calcule tipo seis de la tarde.Le paso la dirección,y escucho como anota.Cortamos.
Me preparo algo de comer, y me voy a dar una vuelta.El día está demasiado lindo como para quedarme encerrada hasta que llegue.

A las cinco estoy de regreso,con el tiempo justo como para bañarme y cambiarme. Pienso que está bueno saber de antemano que no va a querer seducirme porque eso me relaja y además no me obliga a elegir con demasiado cuidado algo para ponerme.
A las seis y cuarto toca el timbre.Bajo a abrirle (los sábados a la tarde el encargado no está así que no tengo miedo de que pueda verme con Toto).Cuando le abro,su primera reacción es abrazarme. Me parece un tanto extraño, y me quedo más bien rígida en el saludo.
Es lindo,pero tiene demasiada cara de bueno. A simple vista no parece patético.Sin duda es mejor conocer a la gente en persona que por el chat.

Subimos, le ofrezco algo para tomar y acepta una cerveza.Toma un vaso grande de un solo trago, y se sirve más.Mira el monitor de la computadora, como si fuera la persona que nos presentó y por la cual nos estamos conociendo en ese instante.
Le pregunto si quiere ir a dar una vuelta, así me habla tranquilo de su ex. Me dice que no,que no quiere hablar de ella (me pregunto entonces para que vino,si lo que quería hasta ayer era hablar de Cristina personalmente).Se sienta en el borde de mi cama, yo me siento en la silla de la computadora. Hablamos,me pide más cerveza,traigo otra, se sirve, seguimos hablando.En un momento le digo si no quiere hacer algo.Me dice que juguemos al Scrabble en red como hacemos a veces (no le encuentro sentido ,si él está en mi casa,pero acepto).Me sugiere alguna palabra para escribir, se enoja si el contrincante de turno me está ganando, se pone nervioso como si fuera un campeonato internacional y jugáramos por cien mil dólares.

En la quinta partida que insiste en jugar ya no se altera como al principio (pienso que debe ser el efecto de la cerveza. Yo tomé solo dos vasos y él dos botellas). Cuando estoy esperando que nuestro rival coloque su palabra en el tablero,siento que me toma por los hombros.Ese movimiento de él me hace pensar que tal vez no sólo busque una amiga, o que en realidad esa fuera su intención original, pero que al tomar dos litros de alcohol esa intención se estuviera modificando. Me toca el turno a mi.Escribo una palabra de setenta puntos.Me dice:

- Ay bonita, muy bien.

Ese "ay bonita" no suena normal a mis oidos.Podría haber usado mi nombre,pienso.
Finalmente,luego de cinco jugadas más, termino ganando el partido.Me felicita.Me río.Me paro para ir a buscar otra cerveza (ya liquidó la última que le traje).Cuando estoy saliendo del cuarto, me agarra y me besa.Así,de golpe y sin aviso.Me besa una, dos y más veces.Yo apoyo la botella en la biblioteca sin que se de cuenta. Está concentrado. Yo no.
Mientras me lleva sutilmente hasta la cama mi cabeza se llena de cuestionamientos."Que esto no era lo que yo pensaba", "que después de Julián no iba a tener sexo porque si"," que cuando se vaya voy a sentirme vacía", "que por qué no le habré dicho que no viniera"," que a veces soy demasiado ingenua", "que todos los tipos quieren sexo", etc,etc
De nada,sirve lo que piense.Un minuto después estamos los dos desnudos en la cama.

¿Los dos? No,eramos tres,pero yo todavía no lo sabía.