Otra vez sopa

El Lunes me levanté sabiendo que a la hora de siempre llegaría su mensaje. Y ahí estaba,deseándome buenos días con toda la normalidad del mundo.
Para mí nada era normal.Ambos solteros,con 34 años,encontrándonos un Sábado a la noche en un clima ideal de luz apagada y masajes .Que no hubiera habido un beso,al menos un beso,era algo que no encontraba lógica alguna en mi mente.
Me miré varias veces al espejo como si mi propia imagen fuera la causa de semejante derrota.Mientras me cambiaba para ir a la oficina decidí que cuando volviéramos a hablar sería muy sincera con él y le diría que algo andaba mal entre nosotros, o al menos que había algo que andaba mal para mí.
La jornada laboral parecía interminable.Mi cara ,que debía reflejar la alegría de haber tenido un encuentro con la persona que le gusta, denotaba en su lugar una gran preocupación y fastidio.
Lo único que quería era que llegara la noche para encontrarlo conectado en el Msn.
Estaba dispuesta a jugarme,sin duda.