Me pregunta que voy a comer.
Le digo que no tengo hambre, que prefiero pedir un jugo de naranja.
La realidad es que no me gusta comer en la primera cita con nadie. Me persigo pensando que me quedó perejil en un diente, o que tengo una gota de salsa en la comisura del labio.
Pide un jugo para mi y una Coca para él.
Habla.Habla y sonríe.
Es super simpático, y muy seductor.
Digamos que las tiene todas .Supongo que con las mujeres debe pasar lo mismo: Seguro que las tiene todas.
Sentada frente a él tomo conciencia de algo.
Está claro que un tipo como él, jamás se podría fijar en mi, por lo tanto es ridículo que me coloque en pose, que simule ser algo que no soy, que gaste energías en conquistarlo.
Entonces tengo la chance de ser yo misma, de relajarme y disfrutar desde otro lugar.
Eso hago.
En un momento le suena el celular.
Atiende.
Me hace señas de que es por trabajo.
Habla.
Yo juego con el sorbete del jugo.
Corta.
Me pide perdón por la interrupción.
Seguimos hablando.
Me dice que le cuente de mi, que quiere saber.
Sonríe mientras le cuento cosas cotidianas,algunas hasta suenan ridículas cuando me las oigo decir.
Se ríe, mucho.
Vuelve a sonar su celular.
Lo mira y lo apaga.
Me mira y dice:
- No quiero que nos interrumpan.
Yo sonrío por cortesía.
Pienso que es un seductor nato.
Estamos dos horas, dos jugos y tres Cola Cola hablando en Big Mamma.
Le digo que tengo que ir al centro, a la oficina.
Pide la cuenta.
Vamos hacia el auto.
En el camino me dice:
- ¿Vamos a otro lado a tomar otra Coca?
- No puedo - digo - dejame en el subte que me voy al centro
Subimos al auto. Insiste:
- Dale, vamos a dar una vuelta aunque sea.
- No, en serio Pablo, no puedo - digo
- Entonces te llevo al centro. No quiero que te vayas - dice, mientras apoya su mano en mi rodilla a modo de "cariño".
- ¿Te parece? Mirá que no tengo problema en tomar el subte - contesto
- Ya se que no tenés problema.Es solo que no quiero que te vayas ahora - dice y sonríe.
En el camino al centro hablamos sin parar.
Sale el tema de las mujeres. Medio en chiste,medio en serio, le digo:
- Vos debés tener mucha experiencia en la materia.
- No te creas - responde - al menos no tengo la que vos suponés.
Llegamos al Obelisco.Le digo que me deje ahí.
Lo saludo con un beso en la mejilla.
Intenta robarme un beso, pero lo evito.
Me bajo y camino en dirección a la oficina.
A las dos cuadras me suena el celular.
Mensaje de Mr Shoes:
- Fue muy lindo conocerte
Me siento como la Cenicienta en el momento en que el Príncipe la persigue con el zapato en la mano.
¿En que momento mi carroza se convertirá en calabaza?
2 Blondas y algunos rubios no se callaron:
Tanto para el post del principe azul, como para este de la cenicienta, tengo la sensación Blondi de que o "idealizamos" mucho al otro o nos "descalificamos" demasiado nosotras. Si te ponés a pensar, un hombre de "sus caracteristicas"(las idealizadas por vos), no tendría la necesidad de entrar a un chat para conocer gente, al contrario me parece que con su narcisismo lo que está buscando es que lo alaguen y califiquen constantemente, porque es justamente lo que le falta para con él mismo.
Y te recuerdo que vos no sos tán cenicienta...salvo cuando elegis quedarte escribiendo en pijamas!!! jaja!! Besos!!!
Luna: Coincido en que si fuera tan príncipe no estaría en el chat, pero en eso de que soy una cenicienta cuando estoy en pijama...no te lo permieto eh!
Jaja.
Besos!
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