Reflexiones de oficina

Llego a la oficina. Tiro la cartera sobre la silla y voy a saludar,como cada día.
Ya hay algunos en la cocina en busca de un café.La cafetera, los Lunes sobre todo,se convierte en un monolito,en un punto de encuentro como si fuera el Obelisco o Cabildo y Juramento.
Todos nos saludamos.Algunos vuelven de las vacaciones,así que traen alfajores que no alcanzan ni a ponerlos en la mesada que la caja ya queda vacía.Cuando desaparece el resto,quedamos Naty,Sandro,Bruno,Leandro y yo.

Naty es soltera como yo,solo que tiene dos años menos. Está enamorada de un tipo que vive en Italia, y con el que mantiene una relación a la distancia.A diferencia de mi, a ella le gustan los hombres más grandes.El tano le lleva como 12 años.Los fines de semana baila tango.A veces me invita,pero la verdad es que pienso que ver bailar tango un Sábado es más deprimente que quedarme en casa viendo una película.

Sandro está de novio hace cuatro o cinco años.Desde que tiene 22.Lo conozco desde que entré a la oficina,hace dos años, y en ese tiempo le conocí más de cincuenta minas.Básicamente es muy mujeriego.Además de ser muy atractivo, tiene una gran cualidad: el sentido del humor.

Bruno es el bebé del grupo. Tiene 19 años y mide como 1.90 mts.Está soltero,claro.Su única preocupación radica en conseguirse alguna mina los fines de semana y el Fernet.Tiene muchas anécdotas de sus borracheras, inclusive una lamentable en la que interviene un travesti.

Leandro.Es el más lindo del grupo.Tiene esas bellezas clásicas, que impactan en un primer momento,pero que terminan fascinando con el paso del tiempo. No es ni alto, ni tiene ojos claros, pero es armonioso y masculino. Tiene mi edad,y está soltero,aunque tiene un hijo como de 6 años ,que es uno de los nenes más lindos que conozco.El tiene tan buen sentido del humor como Sandro, y entre los dos pueden convertirse en el "alma mater" de cualquier reunión. Siempre que salimos se lo ve intentando seducir a cuanta mujer se le cruce,pero pocas veces se ha ido con alguna de las que intenta conquistar.

Hablamos del fin de semana,por lo general nos contamos todo.
Les cuento que tuve un "acto sexual frustrado por impotencia" y se mueren de risa.Les digo también que terminé el Domingo con Ben para compensar la frustración. Más se ríen.
Les comento mi reflexión de la ducha.Les pregunto si está mal que últimamente se presenten tipos que solo sirven para una noche (algunos ni eso), y que yo acceda como si fuera algo normal.
Si estaré comportándome como un hombre,si por eso me convierto en una mujer sin moral,etc,etc.

Todos responden al unísono:

- Es lo que hacemos todos.

Concluyo en que no hay nada más reconfortante que las reflexiones de oficina.