El único remedio para el aburrimiento

Estoy todo el fin de semana adentro.

El aburrimiento tiene picos extremos en que quiero golpearme la cabeza contra la pared.Hace 24 hs que estoy acostada,sonándome la nariz. Solo me levanto para ir al baño.

Ni siquiera puedo fumar de tanto que me duele la garganta.Ya llevo tomados como seis tés de todas las variedades.Pienso que si sigo acostada van a salirme escaras en la espalda.Así que me levanto.El movimiento no es mucho, de la cama a la computadora. Mi santo remedio. La cura para ese "no hacer nada" que padezco.

Chat.Una vez más.Pienso que los que me ven ingresar a la sala deben pensar que vivo ahí adentro,que ni siquiera trabajo.Aunque bueno,pensándolo bien, si ellos piensan eso es porque también están en la misma,así que no creo que tengan mucho para decir al respecto.

Hay mucho pendejo de 16 a 18 años.Yo no miro Los Simpsons así que no creo que pueda mantener un diálogo con ellos.El chat está tan aburrido como mirar el sorteo de Lotería Nacional.

Hasta que aparece Soco. Estudia medicina,tiene 22 años y escucha música todo el día. Curiosamente compartimos los mismos gustos musicales, así que nos pasamos un buen rato hablando de los grandes temas de la historia. También le gusta mucho el cine,así que otra gran parte de la charla se basa en recomendarnos películas y en darle puntaje a las que vienen a nuestra mente.Un juego tonto pero que nos divierte. Soco es muy simpático y parece inteligente. De por sí,que estudie medicina ya es un dato interesante.Cualquier hombre con guardapolvo me ratonea (salvo que sea guardapolvo de colegio).Soco me salva del aburrimiento durante cuatro horas.Quedamos en seguir hablando al día siguiente porque tiene que estudiar.

Paralelamente se conecta Lucho.Después de la pseudo agresión de la última vez que hablamos no lo había visto conectado.Me saluda,lo saludo. No soy efusiva porque todavía estoy molesta por su comentario en relación a mi terapia.Me cuenta de su fin de semana que consiste en enumerar con cuantas minas estuvo.Habla siempre como si fuera el gran seductor de América latina y tuviera a todas las mujeres a sus pies.Dejo que me cuente,pero le creo la mitad de lo que me dice.

No se como sale el tema de mi viejo.Le cuento la historia del abandono y la reaparición después de muchos años y como finalmente terminó cagándome. No me cree.Piensa que exagero.Le digo que le estoy contando algo super importante de mi vida y que no puede decirme eso.Por la forma en que le escribo (usando mayúsculas) parece como que le gritara. Es cierto, si lo tuviera adelante le gritaría. Escribo con furia,haciendo ruido con el teclado.Dice que soy una loca,una histérica,que la terapia no me sirve de nada, que confirma su teoría de que los psicólogos son unos "chantas". Mi angustia es tan grande que siento ganas de llorar.

Me desconecto,con un nudo en la garganta.No entiendo como alguien no puede valorar que uno esté contándole algo tan íntimo y que encima utilice ese recurso para lastimar al otro.

Lo que parecía un gran remedio para mi aburrimiento se convirtió en el peor momento de mi semana.