La semana siguiente a Navidad no habría que trabajar.De hecho no se trabaja.Lo que habría que suspender directamente es el hecho de ir a la oficina.
El 26 la gente todavía tiene el efecto del alcohol en la sangre y se la pasa quejando del malestar estomacal.El 27,28 y 29 piensan que para qué van a empezar a hacer algo,si después ya viene el feriado y las vacaciones y lo que inicien va a quedar en suspenso hasta fines de Enero.El 30 aprovechan para saludar a todos los compañeros,del primero al último.Toman café con uno, almuerzan con otros,mandan cadenas de mails con guirnaldas alusivas,y hacen llamados desde la oficina para no incrementar la cuenta del teléfono particular.
Y el 31,está descontado.LLegan tarde porque pasaron a retirar el lechón ,justo para el momento del brindis con el jefe,que por supuesto autoriza la retirada.
Asi fue mi semana.No hice ni más ni menos que mis compañeros.
O sea,no hice nada,salvo pensar en Norman y responderle sus mensajes de texto.
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