Bienvenidos al tren

Tenía que asumir que nuestra historia estaba basada en sus mensajes de texto,en encuentros tortuosos (al menos para mi) que finalizaban en un intenso abrazo,largas horas de conversación por el Msn (el teléfono nunca fue un medio que usamos para comunicarnos) y una confianza que crecía día a día al punto de iniciar los diálogos con un:" Esto que te voy a decir nunca se lo dije a nadie" o " Sos la primera en saberlo".
Así me fui enterando que su madre era alcohólica, que su padre la engañaba y que abiertamente le comentaba sus amoríos a él. A simple vista se notaba que era una familia disfuncional, y que seguramente eso había dejado huellas en él.
Me confesó su deseo de vivir solo,pensamiento que yo apoyaba e incentivaba ya que realmente creía que alejarse un poco de su familia le haría realmente bien.
Mostró una idea extraña de que la gente es solo gente y no seres humanos, categoría en la que encuadraba a solo unos pocos (por suerte a mi me incluía) y en la que tampoco se ubicaba a él. Creía que la gente estaba siempre dispuesta a traicionarlo.Pensamiento nada raro considerando la imagen de sus padres y de su ex novia que cuando lo operaron de su hernia fue a visitarlo a la clínica y a los cinco minutos de estar ahí le indicó que le pidiera un taxi para irse.
Cada relato de él,en lugar de horrorizarme,me llenaban de ternura.
Lo que en otra persona hubiera sido motivo suficiente para poner fin a la historia, en mi caso iba creando un lazo cada vez más fuerte con él, y la sensación de que ,claramente, me estaba enamorando.