A las 21 hs me llamó al celular para decirme que bajara así íbamos a comprar provisiones.Fuimos a la Esso que quedaba a 3 cuadras de mi casa.Compramos dos Pringles (todavía guardo los tubos de recuerdo en mi cocina), una gaseosa y algunos dulces.
Estacionó en la puerta y cargó la Play Station hasta mi dormitorio,donde yo tenía la TV.
Preparé el escenario: Dos vasos y una bandeja con las Pringles.Conseguí un alargue (si bien soy mujer tengo una caja con todo tipo de elementos de esos que solo tienen los hombres que incluye alargues,tornillos,pinzas y destornilladores varios) y una vez instalada la Play nos acomodamos los dos tirados en la cama, boca abajo y con el joystick en la mano,dispuestos a vencer al otro.
Jugamos a uno de carreras de autos (varias veces) y a otro super violento donde nos reventábamos a tiros (yo lo usaba a modo de descarga).Por supuesto que aprovechábamos los intervalos entre juego y juego para insinuarnos con alguna mirada y para rozarnos con cualquier excusa.
Cuando nos aburrimos de jugar y de comer,nos sentamos en la cama a hablar un rato.Solo un rato,porque a los 15 minutos estábamos viendo una película.Los dos pegados,con la luz apagada...
Yo no podía concentrarme en ningún diálogo. Denzel Washinton podría haber sido multicolor en lugar de negro,que así y todo no lo hubiera visto.Mi cabeza solo pensaba en como hacer para que esa noche fuera inolvidable y no se convirtiera en un fracaso más en mi lista de fracasos.
Me di cuenta que Norman cambiaba de posición al mismo tiempo que veía los títulos en la pantalla.La película había terminado.¿Había terminado también nuestro segundo encuentro? Para disipar mis dudas Norman dijo:
- ¿Vemos otra?
- Claro
A los cinco minutos estábamos en idéntica posición que antes pero viendo la segunda película.
Y a las dos horas estábamos viendo la tercera película.
A esa altura de la noche yo no sabía a que Santo recurrir en mis oraciones. Rogaba que dijera algo más que .¿Queda Sprite? Que por algún milagro de la noche se diera vuelta,me mirara a los ojos y me diera un beso que terminara al mediodía del Domingo.Pero nada pasaba,así que decidí hacer algo, un pequeño movimiento considerando la posibilidad de que fuera tímido.
Blonda
- ¿Por qué no hacemos fila india como cuando eramos chicos
así te puedo hacer masajes mientras vemos la peli?
Norman
- ¿Sabés hacer masajes? ¡Buenísimo! Tengo una hernia de disco así que me vienen genial unos buenos masajes...
Ahí estaba yo,la geisha de los masajes.Masajeando hasta sentir calambres en los dedos con tal de poder tocarlo.Primero fueron sobre su remera,después sobre su piel.Nada.A esa altura me sentía la mujer menos atractiva de la tierra.La geisha se había convertido en sapo,y la carroza en calabaza con el amanecer del nuevo día.
Los titulos volvieron a aparecer en la pantalla de mi televisor.El sol entraba por la ventana.Y entre mis piernas el cuerpo de Norman se encontraba completamente dormido.
Al despertarlo dijo:
- Realmente eran buenos tus masajes...hasta me quedé dormido.
Lo acompañé hasta la puerta. Me dio un abrazo y abrió la boca pero no para besarme,sino para decirme que teníamos que repetir el encuentro pronto.
Se fue.
Yo solo pensaba que no quería que volviera a repetirse un encuentro si iba a hacer como este.
Y me prometía a mi misma que nunca más volvería a hacerle masajes.
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3 Blondas y algunos rubios no se callaron:
no siempre hay q esperar q ellos den el primer paso!
recien estoy empezando con el blog, y ya estoy atrapadisima
Maruja: Bienvenida! Me lo hubieras dicho antes!!!!!!!Ufa! Me hubiera ahorrado mucha mala sangre.
Besos!
cosi, las veces q abrace y q di masajes....para terminar igual q vos Blonda, me recuerdan, tantas noches estafadas....que por momentos creo que Norman era o es mi amiga y yo soy vos....o que...huy me perdi algo parecido.... muy buen blog....Vale...!!!
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