Se acerca el segundo encuentro

Durante la semana volvieron a llegar los mensajes de texto a los que me había acostumbrado en un principio.Buen día bombón o buen día bonita,sin mayores variantes.
Según mi criterio,eso significaba que yo seguía en carrera.
Por las noches,los habituales diálogos por el Msn,en los que profundizábamos cada vez más en nuestras vidas,contándonos nuestras miserias,nuestros fracasos y algunos aspectos no menos importantes de nuestro presente. Un panorama general que nos permitía ganar terreno en la vida del otro a medida que se generaba una confianza mutua y aumentaban las ganas de volver a vernos.
Así fue que el Sábado a la tarde se conectó para preguntarme si tenía algún plan para la noche.Por supuesto que dije que no a la espera de una invitación. Acordamos que vendría a mi casa a eso de las nueve de la noche con su Play Station (ambos fanáticos) y que además de jugar podríamos ver alguna película.
A las seis de la tarde empecé con la limpieza del departamento,incluyendo un cambio de sábanas por si acaso.
A las siete y media estaba sumergida en mi bañadera llena de espuma,y un séquito de aceites con aroma a coco y cremas con acabado de seda.
A la distancia,creo que hubiera sido exactamente lo mismo si lo hubiera recibido en pantuflas y con ruleros.